El Ministerio de Sanidad polaco ha multado con 16.900 euros al hospital donde un ginecólogo se negó a practicar un aborto legal, pese a los serios daños del feto, una sanción que el médico afectado califica de "represiva" por criminalizar su negativa "a asesinar un niño".

El facultativo Bogdan Chazan alegó razones de conciencia para no llevar a cabo el aborto y tampoco dirigió a la paciente a otro centro médico, lo que según el ministerio justifica la multa para el hospital de la Sagrada Familia de Varsovia.

"El centro cobraría 400 euros por llevar a cabo el aborto y ahora debe pagar 70.000 zloty (16.900 euros) por negarse. No es justo", lamentó Chazan en declaraciones a medios polacos donde recordó que "matar es un asesinato".

"Esa multa es como un rescate por la vida de un niño", argumentó este doctor, uno de los 3.000 firmantes de declaración de fe difundida recientemente donde facultativos polacos afirman el derecho a negar tratamientos que contradigan sus creencias religiosas.

Técnicamente los médicos en Polonia tienen derecho a rechazar el aborto como objetores de conciencia, pero están a cambio obligados por ley a facilitar la operación en otro lugar, algo que Chazan incumplió.

La legislación polaca sólo permite abortar si la continuación del embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre, si el embarazo es el resultado de un acto criminal como la violación, o si el feto está gravemente dañado.

El aborto debe llevarse a cabo en las primeras 25 semanas de embarazo.

Una legislación restrictiva y la negativa de los médicos a practicar el aborto provoca que en Polonia se practiquen cada año hasta 180.000 abortos clandestinos, según señalaron a Efe desde Federación Polaca para la Mujer y Planificación Familiar.