Obama se inclina por enviar a un centenar de miembros de las fuerzas especiales a Irak

  • Recabarán información y entrenarán desde la retaguardia a las fuerzas iraquíes.
  • El presidente de los EEUU ha prometido que la acción estará alejada del frente.
  • La Casa Blanca quiere frenar el avance de las milicias de los extremistas suníes.
El presidente de los EEUU, Barack Obama, en el despacho Oval, debatiendo en una reunión cómo actuar en Irak.
El presidente de los EEUU, Barack Obama, en el despacho Oval, debatiendo en una reunión cómo actuar en Irak.
Drew Angerer/EFE
El presidente de los EEUU, Barack Obama, en el despacho Oval, debatiendo en una reunión cómo actuar en Irak.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se inclina por un plan presentado por el Pentágono que incluye el envío de un centenar de miembros de las fuerzas especiales para recabar información y entrenar desde la retaguardia a las fuerzas iraquíes, informaron este jueves medios estadounidenses.

Según Fox News, Obama parece que se inclina por la posibilidad de enviar este contingente de fuerzas especiales, aunque reconoce que podría ser una opción delicada, ya que podría exponer a los soldados a combates y fuego enemigo.

La CNN especificó que los miembros de las fuerzas especiales se destacarían en cuarteles generales del Ejército iraquí en zonas estratégicas de Irak, pero siempre alejados del frente.

Obama, que este jueves ha realizado una declaración sobre Irak poco después del mediodía, ha prometido que cualquier acción militar en Irak no incluirá tropas sobre el terreno con funciones de combate.

Un conflicto con historia

Las tropas estadounidenses abandonaron totalmente Irak a finales de 2011, después de que la Casa Blanca cediera a las presiones del Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para no mantener presencia militar en el país.

Desde la semana pasada, las milicias del grupo extremista suní del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) han tomado ciudades estratégicas de Irak y amenazan con llegar a Bagdad y provocar una guerra civil entre chiítas y suníes.

La Casa Blanca ha estudiado varias opciones para frenar los avances del EIIL, entre ellas ataques aéreos selectivos, al tiempo que parece pretender que el chiíta Al Maliki abandone el poder para dar paso a un Gobierno más integrador.

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