Vecinos de Carabanchel logran paralizar la construcción del cementerio de 'los Kikos'

  • El Ayuntamiento de Madrid confirmó este miércoles la paralización del proyecto.
  • Los vecinos se habían manifestado contra la construcción del camposanto.
  • La cripta se iba a montar en una parcela cedida por el Consistorio y que estaba prevista para zonas verdes.
Vecinos del madrileño barrio de Carabanchel se manifiestan contra la ampliación de una iglesia de los 'kikos'.
Vecinos del madrileño barrio de Carabanchel se manifiestan contra la ampliación de una iglesia de los 'kikos'.
DAVID SIRVENT
Vecinos del madrileño barrio de Carabanchel se manifiestan contra la ampliación de una iglesia de los 'kikos'.

El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado la paralización de la construcción de la cripta que el grupo religioso Camino Neocatecumenal (más conocida como 'los Kikos') tenía pensado levantar en la parroquia de Santa Catalina Labouré (Carabanchel) tras la fuerte negativa de los vecinos. El camposanto se iba a montar en una parcela cedida por el Consistorio que estaba prevista para zonas verdes.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm) aseguró este jueves que la iglesia ha desistido de levantar su cripta "gracias los vecinos y vecinas de Opañel, tras varias manifestaciones y la recogida de más de 6.000 firmas. De esta forma, el Ayuntamiento recupera la parte de la parcela calificada como zona verde, que representa 2/3 del total que iba a ser ocupado".

La concejala de Carabanchel, Fátima Núñez, confirmó este miércoles en el pleno del distrito que durante el segundo semestre del año se quitará el vallado de la parcela pública y que se adecuará, a petición del vecindario, para evitar incendios y problemas de inseguridad. De hecho, la propia edil hizo constar la petición presentada por el del Consejo Territorial del Distrito de Carabanchel para que el Ayuntamiento "paralice la construcción del cementerio en el terreno colindante a la parroquia de Santa Catalina de Labouré, y que ese terreno municipal se dedique a uso social público".

El proyecto consistía en la construcción de un jardín, salones parroquiales, una capilla con una cripta con capacidad para 230 nichos y un aparcamiento subterráneo de dos plantas. La iglesia ocuparía parte de una parcela municipal calificada como zona verde.Los residentes protestaban porque, lo que empezó siendo una iglesia pequeña, fue ampliándose hasta ocupar una parcela "que se ve desde todo el barrio".

Además, los vecinos criticaban la cesión de esta zona a una orden religiosa mientras que en el barrio faltan todo tipo de equipamientos: "Lo que sobra en Carabanchel son cementerios", asegura un portavoz vecinal. Hoy día hay siete (Carabanchel Bajo, San Isidro, el Británico, el Cementerio Sur y las sacramentales de San Justo, Santa María y San Lorenzo y San José) de la veintena que se reparten por toda la capital".

Ahora, los vecinos han pedido también que se abra un proceso de participación ciudadana para elegir el destino de la parcela pública y exige que se haga público el documento de permuta suscrito con la Iglesia.

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