La rehabilitación de un edificio puede incrementar en un 25% el precio de sus viviendas

  • El proceso de rehabilitación de un edificio del barrio de Fuencarral (Madrid) ha mejorado su calificación energética y aumentado su valor en el mercado.
  • La certificación energética del edificio ha pasado de G (la peor) a la A (la mejor).
  • Se celebra la Semana Internacional de la Construcción y Rehabilitación Eficiente.
El edificio del barrio de Fuencarral en Madrid, antes y después de la rehabilitación.
El edificio del barrio de Fuencarral en Madrid, antes y después de la rehabilitación.
TINSA
El edificio del barrio de Fuencarral en Madrid, antes y después de la rehabilitación.

Con el estallido de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la crisis, el ladrillo puso sus ojos en la rehabilitación de viviendas; incluso el Gobierno lo hizo. Sin embargo las expectativas, al menos a corto plazo, se han visto decepcionadas. Ni se rehabilita tanto ni el sector puede absorber el empleo que generó la construcción de pisos.

Pero aunque con menos potencia, la rehabilitación es un sector con presente y mucho futuro. Según datos del Ministerio de Fomento, en enero los visados de obra de rehabilitación aumentaron un 4%.

De ello se hablará esta semana en la Semana Internacional de la Construcción y Rehabilitación Eficiente, que trae a Madrid a 320 empresas, incluidas 52 extranjeras, procedentes de 15 países. El leit motiv de la convocatoria es “Donde se construye el futuro”. Por algo será.

Efectivamente, aunque ya se construya poco quedará al menos la necesidad de mejorar los edificios existentes. En ese sentido es reveladora la experiencia que han tenido Tinsa Certify y ANERR (Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma). Ambas han participado en el proceso de rehabilitación de un edificio del barrio de Fuencarral en Madrid para mejorar su calificación energética y aumentar su valor en el mercado. La conclusión de la consultora es que la rehabilitación y la mejora energética pueden incrementar el precio de la vivienda en un 25%.

Fachada, cerramientos, calefacción y electricidad

En este Proyecto Piloto de Rehabilitación Integral se han tenido en cuenta las orientaciones y la incidencia que tienen en el consumo energético. Así a la fachada oeste se le ha incorporado aislamiento y la fachada norte se ha convertido en a una fachada ventilada con el fin de mejorar las prestaciones térmicas del edificio. También se han aislado los forjados y la cubierta, impermeabilizado los huecos de ventanas y puertas y, además, se han cambiado tanto la carpintería exterior como el acristalamiento. Al mismo tiempo se han añadido protecciones solares, persianas y toldos y se han reducido las infiltraciones, mejorando la estanqueidad del edificio mediante bandas y sellantes entre carpintería y fachada.

Las instalaciones térmicas también se han mejorado. Se ha pasado de antiguas calderas con radiadores y aires acondicionados convencionales a equipar cada vivienda con diferentes sistemas térmicos para poder mostrar nuevas opciones existentes en el mercado y permitiendo así una considerable mejora energética. Para ello, se ha instalado una caldera de condensación con radiadores de baja temperatura, bomba aerotérmica, suelo y techo radiante y bombas de calor, placas solares fotovoltaicas para autogeneración eléctrica y solares térmicas para agua caliente sanitaria.

La instalación eléctrica también se ha modificado por completo y se ha incluido detección de presencia, sistemas de regulación de la iluminación y tubos de luz donde no llegaba la iluminación natural. En el garaje se ha instalado un punto de carga para coches eléctricos. Las instalaciones hidráulicas han mejorado su eficiencia mediante el control de consumo y aparatos sanitarios nuevos. En el edificio se ha realizado además una instalación domótica para el control de la climatización, medición de consumos, iluminación y monitorización del edificio, que dispone de fibra óptica y vídeo portero.

El resultado es que la viviendas se han revalorizado en torno a un 25% de su valor inicial, pasando de 245.376 euros al comienzo de las obras en febrero de 2013, a 306.720 euros una vez terminadas un año después.

Respecto a la certificación energética, el edificio ha pasado de una calificación energética G (la peor posible) con emisiones de CO2 de 79 kilos por metro cuadrado y año, a una letra A (la mejor), con 5,75 kilos de CO2 por metro cuadrado y año. Esto significa que se ha transformado en un edificio de consumo de energía prácticamente nulo. La rehabilitación ha permitido un incremento en el valor de mercado y además una mayor eficiencia en el consumo de energía.

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