El líder del PSC, Pere Navarro, ha considerado "grave" que en Cataluña "el agredido se convierta en sospechoso" y ha avisado a algunos partidos de que la condena a su agresión "no tiene justificación", al tiempo que ha confirmado que el ministro del Interior le relató que vivió "un incidente parecido".

Tras recibir un puñetazo por parte de una mujer mientras asistía a un acto privado en Terrassa (Barcelona), un ataque que Navarro vincula al "clima de crispación" por el proceso soberanista y que el lunes denunció ante los Mossos d'Esquadra, partidos como CiU, ERC e ICV han condenado la agresión, pero han negado dicho clima de tensión y han pedido que no se extrapole a una situación general en Cataluña.

Me parece gravísimo, porque un país en que el agredido se convierte en sospechoso es que en ese país hay un problema grave. No tiene justificación ni ningún pero. Estoy muy preocupado. No por la agresión, que es un síntoma, sino por la reacción de algunos. Cuando alguien condena la violencia y después lanza un 'pero' o un 'quizá', la condena ya no sirve", ha señalado en declaraciones a TVE.

Navarro ha recordado que él siempre ha condenado los actos de violencia "sin ningún paliativo" y ha reconocido no haber recibido ninguna llamada del líder de ERC, Oriol Junqueras: "Sinceramente, sí (la echó de menos). Si él hubiera recibido algún tipo de agresión, a los pocos minutos hubiera tenido mi llamada de solidaridad", ha asegurado.

Entre otros mensajes y llamadas de apoyo, Navarro ha explicado que recibió "inmediatamente" la del consejero de Interior, Ramon Espadaler, así como del ministro Jorge Fernández Díaz, quien, según publica este martes El Mundo, fue zarandeado e insultado el pasado 6 de abril, al salir de un restaurante junto a su familia en Barcelona, por una mujer que le llamó "hijo de puta, fascista y cabrón".

"Me lo comentó, porque evidentemente tuvo un incidente parecido. Se solidarizó conmigo y, cuando me comentó lo que le había pasado, le transmití también mi solidaridad", ha explicado el líder del PSC.

"Este clima —ha proseguido— no es un invento, no es una estrategia para aparecer políticamente, como alguien ha querido decir. A mí me gusta aparecer políticamente con propuestas, me encanta explicar que proponemos un modelo federal. Comentar temas de agresiones no favorece el clima político. Pero existe la situación".

Además, ha lamentado que el presidente español, Mariano Rajoy, y el catalán, Artur Mas, "no den ejemplo" de diálogo: "Están viviendo en una especie de burbuja en la que quieren interpretar que todo es perfecto. Se equivocan, porque no viven la realidad, no están en los barrios, no están con las familias divididas, compañeros de trabajo divididos o miles de personas que saben de lo que estamos hablando".