Aterrizó el pasado 28 de marzo en el prime time de Cuatro con el propósito de convertirse "en la serie musical definitiva". Sin embargo, Dreamland, la ficción que recrea la vida de los alumnos de una escuela artística, se ha quedado lejos de cumplir con las expectativas.

Tras estrenarse con un escuálido 4,6% de cuota de pantalla, los resultados de su segunda entrega, emitida el pasado viernes, fueron aún más desalentadores (2,7% de share y apenas 455.000 espectadores).

Ahora, Mediaset dará una segunda oportunidad a una producción en la que ha invertido "largos meses de duro trabajo, ensayos, coreografías y muchas ilusiones". Y que llegó acompañada de una considerable campaña de promoción, una banda sonora que ya había debutado entre los primeros puestos de iTunes y el anuncio del inminente lanzamiento de una girlband (banda musical de chicas) extraída de la serie.

La ficción protagonizada, entre otros, por Christian Sánchez y María Hinojosa, pasa a ocupar una jornada más cómoda para el público juvenil —la del jueves en vez del viernes—, si bien en una franja horaria menos estimulante y más oscura: la del late night. Como ayuda, contará con el tirón que supone el estar precedida por el dating show de Luján Argüelles, Un príncipe para Laura. Y la aparición en el próximo episodio de Shakira, que impartirá una master class en la Escuela Dreamland.

El tercer capítulo de la producción, La unión hace la fuerza, mostrará asimismo el lado solidario de los protagonistas, que trabajarán en equipo para arreglar los desperfectos provocados por un incendio en el centro de estudios.

Además de estar ambientada en un instituto de arte multidisciplinar (uno de los contextos favoritos de numerosas ficciones juveniles que triunfan en la programación internacional), Dreamland se presentó como un proyecto "experimental" con ingredientes novedosos. Uno de ellos era el hecho de que los protagonistas de la serie no fueran actores profesionales, sino bailarines o músicos cuya vida se asemejaba a la de los personajes que interpretaban.

Las tramas también pretendían beber de la experiencia real de los jóvenes artistas que buscan actualmente una oportunidad laboral donde demostrar su valía. Y gran parte de la música había sido compuesta por los actores de la serie.

Ninguno de estos elementos han logrado, por ahora, atraer la atención de la audiencia.