Hollande intenta salir de la crisis nombrando a Manuel Valls como nuevo primer ministro de Francia

El ministro de Interior francés, Manuel Valls, en una imagen de archivo.
El ministro de Interior francés, Manuel Valls, en una imagen de archivo.
GTRES
El ministro de Interior francés, Manuel Valls, en una imagen de archivo.

Un día después de la debacle del Partido Socialista en las municipales francesas, el presidente francés, François Hollande, ha tenido que hacer frente a la marcha de su actual primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que presentó este lunes su dimisión y la de su Gabinete. Tras la dimisión de Ayrault, que ha sido confirmada en en un breve comunicado, Hollande ha anunciado el nombramiento de Manuel Valls como primer ministro.

Hollande ha afirmado que Valls liderará un gobierno "combativo" que debe hacer caso al "mensaje" que los ciudadanos han dado en las urnas. Hollande anunció que hoy se abre "una nueva etapa" con un gobierno más reducido y con tres objetivos: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo de los franceses.

En un mensaje de siete minutos y en diferido, tras haber recibido horas antes la dimisión de Ayrault, Hollande arrancó con las siguientes palabras: "No hay suficiente cambio, no hay suficiente empleo, todavía hay demasiado paro, todavía hay demasiados impuestos, y todavía hay demasiados interrogantes sobre la capacidad de nuestro país para salir adelante. Es el mensaje que me habéis dirigido y que recibo personalmente".

"Son las empresas las que crean empleo. La primera de las injusticias es el desempleo. Es decisivo para el futuro de nuestro país producir más, en Francia, y de forma diferente", añadió Hollande, que prometió una "disminución de impuestos" y de las cotizaciones que pagan los trabajadores "de aquí a 2017". El presidente subrayó que "la recuperación del país es indispensable" y pasa por renovar el "aparato productivo", sanear las "cuentas públicas" y reconquistar la "influencia en Europa y en el mundo".

"Fiel a los compromisos antes de las elecciones, no olvido a quienes confiaron en mí y me eligieron", dijo Hollande, que añadió que comprende la gravedad de la situacióny asumió "la total responsabilidad". Además, preconizó una "mayor constancia en el rumbo" sin descartar "hacer las inflexiones necesarias, porque el único objetivo es el éxito de la República".

"Y lo conseguiré con este nuevo gobierno", concluyó Hollande, que no avanzó el nombre de ninguno de los ministros que saldrán del Ejecutivo ni quienes serán sus sustitutos.

Valls, de 51 años, es uno de los políticos más populares de Francia (con un 53% de aceptación entre la población gala) y el miembro del Ejecutivo mejor valorado. Sin embargo, el hasta ahota titular de Interior — situado políticamente en el ala más a la derecha del PS—, no agrada a Los Verdes. Por esa razón, los dos ministros ecologistas que estaban en el Gobierno de Ayrault han anunciado que no participarán en el nuevo ejecutivo francés.

"Las ideas mantenidas por el nuevo primer ministro desde hace años, principalmente durante la primaria del Partido Socialista o como titular del Interior, no constituyen la respuesta adecuada a los problemas de las francesas y los franceses", indicaron en un comunicado conjunto. Los dos ministros no precisaron cuál será la decisión de su partido, que mantendrá una reunión de urgencia para determinar su postura.

Un primer ministro venido a menos

Tras confirmarse este domingo la amplia derrota del PS en los comicios locales, Ayrault, de 64 años, dijo en una comparecencia en televisión que el resultado responde a una responsabilidad colectiva, pero que asumía "toda" su culpa.

El todavía primer ministro, que llegó al puesto en mayo de 2012 tras la victoria de Hollande en las elecciones presidenciales frente a Nicolas Sarkozy, ha visto su popularidad caer en picado desde entonces, casi tanto como la del propio presidente. Un reciente sondeo publicado por el instituto BVA para la revista L'Express muestra que Ayrault cuenta con una aceptación del 25% entre los franceses, un punto menos que en febrero.

Derrota histórica socialista en las municipales

Pese a su simbólica victoria en París, la formación gobernante ha perdido 151 ciudades de más de 10.000 habitantes y ha cedido también urbes de más de 100.000 como Toulouse, Reims, Saint-Etienne, Anger o Amiens.

Los rumores de cambios en el Gobierno ya se habían hecho especialmente intensos tras la primera vuelta electoral y, pasada ya la segunda, todos los medios franceses daban por hecho que habría cambios.

Hollande comió este lunes junto a Ayrault, supuestamente para confirmar los cambios. Durante la jornada, además de Valls también ha sonado como posible primer ministro el titular de Defensa, Jean-Yves Le Drian, que según I-Télé habría dicho que no.

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