Los presidentes de la Generalitat, Artur Mas, y de las cuatro diputaciones catalanas han celebrado el "gran paso" hacia la futura Hacienda catalana que supone el nuevo modelo de administración tributaria, que desde este jueves cuenta con una red de 53 oficinas de atención al contribuyente que funcionarán como una ventanilla única para la gestión de tributos locales, autonómicos y los cedidos por el Estado.

"Alguien dirá que es un pulso que las instituciones catalanas hacen al Estado español y no lo es, es una apuesta por una Cataluña mejor", ha afirmado Mas en referencia al PP y a la querella presentada por Manos Limpias, durante la presentación de Tributs de Catalunya, que cuenta con un portal con información sobre todos los impuestos, incluidos los estatales, y enlaces a oficinas virtuales desde las que hacer algunos trámites.

En este sentido, el director de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC), Lluís Franco, ha señalado que la colaboración entre las administraciones muestra su "firme voluntad" de ser más eficientes, ofrecer un servicio de proximidad y combatir el fraude fiscal. El objetivo, ha agregado Mas, es que la Hacienda catalana "no sea un calco" de la española.

"En este momento, el sistema tributario de España tiene una parte de modernidad, pero también una tasa de fraude fiscal de las más altas, y está basado en el concepto de exprimir a los ciudadanos a través de tributos y no tanto en la cooperación", ha afirmado el presidente catalán, quien ha calificado de "represión" esa presión fiscal cuando debería perseguirse a los defraudadores.

Para Mas, la Hacienda catalana debe aspirar a gestionar todos los impuestos que se pagan en Cataluña y facilitar la cooperación institucional para "solucionar los problemas concretos" de los ciudadanos. En esta línea, ha asegurado que durante décadas se ha trabajado para conseguir competencias, aunque no fueran acompañadas de los recursos suficientes.

Sin embargo, durante este tiempo, "no nos hemos ocupado suficientemente de construir una hacienda propia" y ahora Cataluña "lo está pagando", ha proseguido. Ahora, las leyes recentralizadoras y las "asfixia" financiera que sufre Cataluña son una "combinación letal desde el punto de vista del autogobierno".

La red nace con 53 oficinas y 210 empleados, que corresponden a las 4 de la Agencia Tributaria de Cataluña, las 21 de la Diputación de Barcelona, las diez de la Diputación de Tarragona, las ocho de la Diputación de Girona y diez de la Diputación de Lleida. Progresivamente, se ampliará hasta las 152 oficinas, en las que trabajarán 1.399 empleados.

El presidente de la Diputación de Girona, Joan Giraut, ha destacado la "gran red" que han tejido entre las distintas administraciones y su "larga experiencia" en la gestión de impuestos. El nuevo modelo tributario supone "un paso hacia la construcción del autogobierno".

En esta línea, el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve, ha destacado "la gran trascendencia" que tiene tanto por el fondo, pues es "un paso hacia la soberanía fiscal", como por la forma, por la mejora de la eficiencia que supone la ventanilla única. En 1988, este ente supramunicipal fue el primero en empezar a gestionar impuestos locales y ahora 306 municipios le han cedido la recaudación e inspección.