En declaraciones a la emisora France Inter, Royal dijo que las mujeres serán una prioridad en caso de que llegue al Palacio del Elíseo, dado que con ellas no se cumple que Francia sea "el país de los derechos humanos".

Además como ejemplo de la desigualdad que padecen las mujeres indicó que de media perciben un salario un 30% inferior al de los hombres con idéntica cualificación profesional y ello a pesar de que su índice de asistencia al trabajo es mayor.

Recuperó un tema que ya suscitó durante las primarias de su partido, el de los ataques que reciben por ser mujer y la presunta incapacidad para gobernar.

"Si me hace ese tipo de ataques personales es porque no tienen gran cosa que reprocharme", aseguró Royal, quien se mostró convencida de que a un hombre con su trayectoria -diputada, ministra y presidenta regional- no se le haría esa misma crítica.

Defendió haber unido a su proyecto a líderes socialistas tradicionales como Lionel Jospin, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn, apodados por la prensa francesa como "elefantes", por considerar que esa capacidad de reunirlos en torno a su candidatura era una exigencia de los socialistas y un elemento positivo con vistas a toda la izquierda.

Además, su programa, el llamado "pacto presidencial", se inspira en el "socialismo moderno, que mira a la sociedad a la cara".

Royal manifestó que es partidaria de que el Estado tenga un papel "fuerte" con el que afrontar la "inseguridad" en materia internacional, con factores como la globalización o la proliferación nuclear, pero también en el interior del país, ante la precariedad laboral.