Un compañero del destacamento en el que el Príncipe Enrique servirá al ejercito británico destacado en Irak declaró que "habría sido muy triste si no le hubiesen dejado viajar con ellos". El tercero en la línea sucesoria al trono de Inglaterra "está loco de contento con la noticia", comentaban sus compañeros del ejercito.

El joven quiere ser tratado como un soldado más. "No he estado en Sandhurst -la academia militar donde se ha formado Enrique- para luego quedarme en casa mientras mis compañeros están luchando por mi país" decía Enrique en una entrevista realizada el año pasado.

La seguridad del joven es un tema complicado para los mandos del ejercito porque "puede convertirse en un blanco preferente para los insurgentes y suicidas". "Especular sobre su destino final y los detalles de su misión es potencialmente peligroso".

Por su parte, el Primer Ministro Tony Blair dijo que el Príncipe Enrique es un joven muy valiente, "está totalmente decidido a formar parte del destacamento junto a sus compañeros. Es muestra de su fuerte caracter".