Acerca de cómo conjugar bien la dimensión espiritual y pastoral, Benedicto XVI contestó: "los Evangelios dicen: 'De día trabajaba y de noche estaba con el padre y oraba'. Yo tengo que confesar mi debilidad porque de noche no puedo rezar, querría dormir".

"Son cosas que son más fáciles de decir que hacer, pero, de todas maneras, un poco de tiempo libre para el Señor se necesita realmente", añadió el Pontífice, que desencadenó con su revelación las risas de los presentes.

La fe, "amenazada"

Durante las respuestas a los sacerdotes, el Papa afirmó que la fe en Italia "está aún arraigada", pero advirtió de que en la actualidad vive "amenazada por muchos desafíos".

La reunión con los sacerdotes romanos se realizó en un clima muy cordial y el Papa también arrancó las sonrisas cuando, exhortando a los religiosos a no abandonar la lectura de la Biblia, citó la fábula de la liebre y el burro que van a beber a la misma fuente.

"Que seamos liebres o burros, eso no importa, lo importante es que agradezcamos al Señor que nos deje beber en su fuente".