Ha llegado el frío y las calefacciones ya echan humo. Mantener cálida nuestra casa y garantizar agua caliente son dos de los mayores gastos que exige una vivienda. Cada vez son más las casas que utilizan el gas para la calefacción y el agua caliente.
Para evitar que las bajas temperaturas hagan mella en nuestra economía, el canal de decoración y reformas de Fotocasa propone algunos sencillos trucos para ahorrar gas en invierno.
Aprovechar la luz natural
La luz natural, no sólo aporta luminosidad a la estancia, también nos ayuda a calentar nuestro hogar de forma gratuita. Así, en las horas de sol, lo mejor es levantar persianas, correr las cortinas y dejar que el sol suba la temperatura de la vivienda.
21ºC son suficientes
Sea la estación que sea, con mantener la casa a una temperatura de entre 19º y 21ºC, será suficiente para disfrutar de una sensación de confort. Hemos de pensar que, por cada grado que aumentamos la temperatura, incrementa el consumo en un 7% aproximadamente. Por la noche, 15ºC serán bastantes para poder dormir a gusto, por lo que es conveniente apagar la calefacción.
Revisar los radiadores y púrgarlos
El hecho de que haya aire en el circuito de la calefacción hace que los radiadores no calienten como es debido. Purgarlos para sacar el aire del circuito a principio de la temporada de frío es lo más recomendable.
Abrigarse, por qué no
En los días de poco frío, es preferible abrigarnos un poco más que no encender la calefacción. Estar en mangas de camisa es un lujo del que podemos prescindir.
Ventilar la casa antes de encender la calefacción
Abrir las ventanas durante 5 minutos es suficiente para poder renovar el aire de la casa. Solo después de ventilar, una vez cerradas puertas y ventanas, encenderemos la calefacción.
Aislar puertas y ventanas
Lograr un aislamiento térmico adecuado en el hogar es fundamental. Colocar gomas en puertas y ventanas o sustituir los antiguos cerramientos por otros más eficientes, nos ayudará consumir menos gas.
Mantenimiento periódico de la caldera
Revisión cada cinco años, como mínimo, nuestra caldera evitará que desperdiciemos energía a diario y, además, reduciremos el riesgo de accidentes. En caso de que la caldera tenga más de 15 años, debemos jubilarla.
Persianas y cortinas
El uso de cortinas de tejidos gruesos nos permitirá evitar que el frío pase más allá. Bajar las persianas en cuanto se va la luz supone colocar un muro extra.
Duchas más cortas
Estar menos rato bajo el agua de la ducha supondrá un ahorro extra, no sólo de agua, también de gas.
El agua caliente cuando es necesaria
Colocar el mando del grifo en la zona de agua caliente, aunque no seamos conscientes, ya consume energía, aunque no dé tiempo de calentar el agua. Además, a veces utilizamos el agua caliente en tareas que no lo requieren como fregar, afeitarnos o lavarnos los dientes.
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