Los Mossos d'Esquadra han descubierto un matadero ilegal de cerdos y corderos en una granja del Camí de la Creu de Balaguer (Lleida), en la que los dueños vendían los animales y permitían a los compradores que los sacrificaran allí mismo facilitándoles una mesa.

La mayoría de los compradores eran rumanos de los que los Mossos d'Esquadra sospechan que no sacrificaban los animales sólo para su consumo sino también para comercializar la carne, extremo que no ha sido confirmado, según la policía catalana, que ha denunciado la actividad a las Consellerias de Salud y Agricultura.

A mediados de diciembre los Mossos d'Esquadra recibieron informaciones que apuntaban la existencia de un matadero ilegal en la granja y el 21 de diciembre organizaron un dispositivo en el que participaron agentes de la comisaría de Balaguer y de la Unidad Regional de Medio Ambiente.

Cuando entraron en la granja los agentes encontraron un cerdo que se acababa de sacrificar con un corte en el cuello.

Los agentes identificaron a los dueños de la granja y los compradores que querían llevarse al animal en una furgoneta en la que tenían una bombona de butano y un soplete para chamuscar la piel del animal además de un hacha y cuchillos para descuartizar el cerdo.

Los Mossos pararon cuatro coches en los accesos a la granja y los ocupantes de todos ellos llevaban las herramientas necesarias para el sacrificio, y a preguntas de los agentes reconocieron que se dirigían a la granja a matar los animales.

Todo apunta, según los Mossos, a que los dueños de la granja vendían directamente cerdos y corderos a las personas interesadas y dejaban que los compradores los mataran en el patio de la granja.

Después, los compradores se llevaban el animal en canal o descuartizado, incumpliendo la normativa vigente.