El tradicional mensaje de Fin de Año del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en el que reclamaba al Gobierno central que no silencie la voz de los catalanes, no ha dejado indiferentes al resto de las fuerzas políticas.

Una de las críticas más duras ha llegado este mismo martes desde la bancada de los socialistas catalanes. El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, ha reprochado  al presidente que su discurso estuviera marcado por un tono "obsesivo" con la consulta de autodeterminación y dejase en segundo plano la salida de la crisis económica.

Lucena ha acusado al presidente de realizar un discurso "monotemático", y ha censurado que no hiciera balance de cómo se cierra el 2013 ni de las actuaciones de su Ejecutivo a lo largo del curso. "Esperábamos que por parte del Govern se nos explicara qué cosas creía que se podían hacer mejor", ha añadido.

Una crítica que mantienen también desde ICV, para quienes la "remontada" que el presidente previó para 2014 en su discurso  afectará únicamente a unos pocos ciudadanos catalanes.

"No podemos hablar de remontada cuando crecen las desigualdades", exprsó la colíder de ICV, Dolors Camats, para quien el discurso pone de manifiesto que el mandatario catalán es ajeno a la situación económica y social de la mayoría de habitantes.

En la misma línea se ha pronunciado el líder de C's, Albert Rivera, para quien el mensaje de Mas llega "cargado de cinismo" y centrado en la separación de Catalunya del resto de España en vez de afrontar la crisis, el paro y el desprestigio de las instituciones.

"Más cinismo no se puede concentrar en un discurso", ha añadido el líder de C's, a pesar de lo cual se desmarca de las declaraciones realizadas por el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que pide aplicar la ley sobre Mas.

Rivera ha asegurado que él no contribuirá a "calentar todavía más la olla", y ve compatible hacer cumplir las leyes con no gritar demasiado. Aunque prevé que Mas se encuentra al frente de la que será su última legislatura como presidente de la Generalitat.

Quienes sí han replicado al presidente extremeño han sido los socios de Gobierno de Artur Mas, ERC. Según su portavoz, Anna Simó, "pueden decir lo que quieran y usar la Constitución o la justicia, que el compromiso de ERC para que se celebre la consulta es claro" y añadió que "las amenazas son un signo de impotencia".

A su juicio, Artur Mas, se ha puesto "al frente del compromiso por la consulta" y está al lado de la ciudadanía para que los catalanes puedan votar.

Una postura muy similar a la manifestada por el propio partido de Mas, CIU, cuyo líder en el Parlament, Jordi Turull, ha destacado que el presidente basó su mensaje en el realismo y el coraje, lo que ha contrastado con el discurso "del miedo y la resignación que ofrece Rajoy a los catalanes" .