La venta de lotería cae por la crisis y la competencia del Gordo de la Generalitat en Cataluña

  • Las administraciones que tradicionalmente venden más o que han sido premiadas recientemente resisten mejor el descenso en Cataluña.
  • Algunos clientes reparten este año el dinero entre los dos sorteos: el español y el catalán de Fin de Año.
  • Uno de los números más solicitados es el 46.664, que identificaba a Nelson Mandela en la cárcel.
  • Los españoles retan a la mala suerte con el 13, número 'maldito'.
Un cliente compra lotería en la administración número 11 de Tarragona, La Catedral.
Un cliente compra lotería en la administración número 11 de Tarragona, La Catedral.
ROGER SEGURA / ACN
Un cliente compra lotería en la administración número 11 de Tarragona, La Catedral.

La venta de lotería de Navidad en Cataluña ha disminuido un año más por culpa de la crisis, pero lo ha hecho ligeramente, con menos incidencia que en años anteriores. La influencia de la nueva Grossa de Cap d'Any (el Gordo de Fin de Año), organizada por la Generalitat de Cataluña, también se ha dejado notar.

Algunas administraciones admiten que los clientes reparten el dinero entre los dos sorteos, mientras que otros no lo han constatado. Asimismo, las administraciones que tradicionalmente venden más o las recientemente premiadas han resistido mejor el descenso.

La administración de lotería La Bruixa d'Or de Sort ha vendido 2,5 millones de décimos, cosa que supone una facturación de 50 millones de euros, una cifra similar a 2012. La Bruixa d'Or en los últimos 18 años ha repartido de media dos premios por temporada, según el propietario, Xavier Gabriel.

El responsable de la administración número 1 de Sort ha explicado que del mismo modo que en 2007 detectó que la crisis llegaba por la disminución de números que compraba cada cliente, ahora está detectando que este comportamiento está cambiando y vuelve a comprar más números.

El 46.664 de Mandela

La última vez que la lotería de Nadal premió Lleida fue el 2008. La administración número 11 vendió una serie de un quinto premio. La responsable de esta administración, Maria José Rodes, calcula que este año las ventas de la lotería de Nadal han bajado alrededor de un 10% respecto al año pasado. "El año pasado ya bajaron las ventas y este año han seguido bajando", ha lamentado.

En cuanto a los números, el 13 y el 15 siguen siendo los más demandados, sobre todo el 13 por estar en el año 2013. Rodes ha explicado que este año, además, uno de los números más demandados ha sido el 46.664, el número que llevaba Nelson Mandela (muerto el 5 de diciembre) cuando ingresó en la prisión en 1964 en la isla de Robben. "Me lo han pedido varias personas pero no lo tenía ni salía a la máquina", ha dicho.

Ni los turistas salvan las ventas

En Tarragona ciudad las ventas de décimos de la Lotería de Navidad continúan en caída libre. La bajada llega al 25% en administraciones como la número 1, ubicada en plena Rambla Nueva. Su titular, Pere Sans, ha explicado que, si bien la competencia otros sorteos como la Grossa de Cap d'Any o el nuevo impuesto sobre los premios de lotería tienen que ver, el principal obstáculo sigue siendo la crisis.

La compra de décimos por parte de turistas, que en la céntrica administración La Catedral representa la mitad del total, tampoco ha ayudado. A pesar de todo, la oficina de la Baixada de Misericòrdia mantiene el mismo nivel de ventas del año pasado, de un 30% menos respecto el 2011. Entre los décimos más solicitados en la ciudad este año hay los acabados en 13 —nunca el Gordo ha tenido esta terminación—, en 5 y en 7.

Siguiendo la tendencia de los últimos tres años, el ritmo de ventas arranca lento pero se acaba con colas en la recta final. "Todas las previsiones hablan de una bajada del 30%, pero yo soy más optimista y creo que bajaremos entre un 15% y un 20%", apunta Bausà. También se continúan notando menos compras de décimos por parte de empresas y también de participaciones de peñas o grupos de amigos, entre otros.

Un premio reciente anima

Una de las administraciones más afortunadas de las Terres de l'Ebre es La Bruixa del Riu en Amposta, que apenas hace unas semanas repartió 5,1 millones de euros de un primer premio. Su propietario, Agustí Centelles, asume que los efectos de la crisis continúan influyendo decisivamente en la compra de décimos y números, pero los premios animan las ventas en la recta final.

"Piensan que si ha tocado una vez por qué no puede tocar otra. Y si están en racha y toca en Navidades? La gente se ha animado a venir y a jugar. Habremos vendido menos, pero quizás no tanto si no hubiéramos dado el premio, se habría notado más", certifica.

La entrada en juego de la Grossa de Cap d'Any también incidirá en la caída de ventas, admite Centelles. Mucha gente, por desconocimiento, acude a su céntrica y conocida administración de lotería demandando décimos.

"Los envío a los comercios que la tienen, sin ningún problema", asegura. Este nuevo sorteo, unido al que ha puesto en marcha la ONCE también para fin de año, condiciona el gasto en juego.

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