Después de conocerse la lista con los nombres de los músicos callejeros que han pasado la prueba de idoneidad impuesta por el Ayuntamiento de Madrid, las críticas de los artistas que no han conseguido pasar el casting no se han hecho esperar. La Asociación de Músicos de Madrid ha descrito el examen como "una farsa sin sentido", y ha sacado a la luz varios ejemplos de artistas profesionales que suspendieron la prueba, como el de una cantante profesional a la que el Ayuntamiento de Madrid contrató para la fiestas de San Isidro de este año, o el de otra que ganó el premio a la mejor intérprete del festival Rock Villa de Madrid de 1997, organizado por el propio Consistorio.

"Es un sin sentido. El jurado, aparte de no identificarse para que supiéramos quién estaba juzgado a los músicos, no explicó en ningún momento sus criterios de valoración", explica Scott Abraham Singer, uno de los portavoces de la Asociación de Músicos de Madrid (AMM). "Todo indica que Ana Botella y su cómplice, David Erguido, van a ser el Grinch que robó la música de las calles de Madrid", ha asegurado Scott a través de un comunidado. En los pliegos de la prueba solo se especificaba que el jurado estaría compuesto por un representante del Ayuntamiento de Madrid y dos expertos musicales, y que los criterios a valorar estarían basados en la pericia del artista con su instrumento, así como  en su capacidad para "entretener" sin molestar a los vecinos.

"Yo tampoco he pasado la prueba y llevo cantando 20 años y dando clase más de diez. He cantado en musicales, grupos de funk, big band, tangos, jazz... En el 97 gané el trofeo Rock Villa de Madrid como mejor intérprete. También soy vocal coach del musical donde empecé como cantante y he estado girando tres años y, a su vez, haciendo castings para el mismo", explica Alejandra Barella, una de las artistas rechazadas, en el grupo de Facebook creado por la Asociación de Músicos de Madrid para denunciar la prueba.

"Todavía no han explicado los criterios que han seguido para negar las licencias. Yo no me gano la vida actuando en la calle, soy profesional y me presenté porque no quería perder la oportunidad de actuar en la calle por si me apetecía algún día", asegura Barella a 20minutos.

El caso más llamativo, sin embargo, es el de una cantante que había sido contratada por el mismo Ayuntamiento para las Fiestas de San Isidro de este año para actuar en la Plaza Mayor ante más de 5.000 personas. También está la situación de Jaime Echagüe, saxofonista, que se presentó al casting con una pianista y que fue rechazado sin explicación. Echagüe pensó en un principio que la negativa se debió al uso de un pequeño amplificador usado durante la actuación, algo que la normativa prohibía, aunque luego observó como otros grupos que sí habían utilizado amplificadores conseguían el permiso.

De hecho, y según la Asociación de Músicos de Madrid, el propio Consistorio les había asegurado, en reuniones mantenidas antes del examen, que pasarían por alto los pequeños amplificadores o percusiones utilizados por los artistas, siempre y cuando no hicieran demasiado ruido.