El escándalo del espía desaparecido en Irán pone en entredicho la imagen de la CIA

  • La gestión del caso del exagente del FBI Robert Levinson, quien supuestamente trabajaba para la CIA, está suscitando fuertes críticas.
  • Levinson desapareció hace siete años en Irán y su familia recibió 2,5 millones por silenciar el escándalo.
  • La agencia dijo al Congreso que el agente no trabajaba para el gobierno cuando fue supuestamente capturado por la inteligencia iraní.
Imagen de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.
Imagen de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.
Imagen de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.

La desaparición en Irán desde 2007 del estadounidense y ex agente del FBI Robert Levinson, quien supuestamente trabajaba para la CIA de manera externa e informal, ha llevado al senador republicano John McCain a criticar a la agencia por mentir al Congreso.

"El que fuera candidato presidencial estadounidense en 2008 dijo hoy en entrevista con CNN que lo que más le preocupa es que "aparentemente la CIA no dijo la verdad al Congreso sobre el señor Levinson".

Según informaciones del Washington Post y de la propia CNN, Levinson trabajaba como investigador externo de la CIA cuando fue detenido en la isla iraní de Kish, pese a que el gobierno estadounidense aseguraba que estaba en viaje privado y que la Agencia de Inteligencia dijo al Congreso a puerta cerrada que no tenían relación con él.

Fuentes de la agencia indicaron al Washington Post, que Levinson, que se encuentra desde hace casi siete años en paradero desconocido, colaboraba con la CIA sin seguir los canales de autorización habituales, aunque la agencia le reembolsaba los desplazamientos y posteriormente tras una investigación interna pagó 2,5 millones de dólares a la familia para evitar escándalos y demandas judiciales.

Dos escándalos seguidos

McCain dijo que el caso de Levinson y el del ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, que reveló detalles de programas de espionaje electrónico no conocidos por el Congreso, obliga a repensar el papel de supervisor de los comités de inteligencia del Legislativo.

El escándalo de Levinson llevó a que desde 2008 se haya disciplinado a una decena de agentes de la CIA, incluidos tres veteranos analistas que fueron obligados a abandonar la agencia, y a revisar los protocolos de obtención de información a través de contratistas privados.

No obstante, la Casa Blanca dijo el pasado martes que Levinson no era un empleado del gobierno estadounidense cuando desapareció en Irán, previsiblemente capturado por los servicios de espionaje iraníes.

Las últimas pruebas de vida que recibió la familia de Levinson fueron en abril de 2011. Un conjunto de imágenes en las que aparecía con ropa de presidiario naranja y rogaba su liberación.

En una entrevista con el canal ABC emitida el domingo, el Secretario de Estado, John Kerry, aseguró que el gobierno estadounidense "no ha abandonado" al ex agente del FBI a su suerte y aseguró que él personalmente ha tratado el asunto "al más alto nivel" directamente o a través de intermediarios.

"Estamos buscando una nueva prueba de vida y trabajamos en varios canales que no puedo revelar", indicó Kerry, quien aseguró que el gobierno de Teherán puede ser de gran ayuda, pese a que nunca ha reconocido tener a Levinson bajo custodia.

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