Se llama Borat y es natural de Kazajistán, donde su Gobierno le envía a los Estados Unidos para conocer la cultura yankee y el modo de vida norteamericano para implantarlo en su país. Su misión: realizar una serie de reportajes y entrevistas con los líderes de la opinión pública para saber cómo piensan y cuáles son las claves de su éxito como nación. ¿Se imaginan a un hombre que cree que las mujeres son inferiores porque su cerebro es más pequeño que el del hombre, entrevistando a una feminista? Borat protagoniza escenas esperpénticas en las que no sólo él hace el ridículo y queda como un fantoche. Con su rocambolesca vestimenta y su descarado comportamiento saca a flote los prejuicios de la cultura de los estadounidenses, reflejando su patriotismo desmesurado, su fanatismo religioso y su hipocresía social. La película, a medio camino entre el documental y la comedia, narra las aventuras de este excéntrico reportero al que se le funden los fusibles cuando ve una fotografía de Pamela Anderson.* Filmoteca de Andalucía. C/ Medina y Corella, 5. Hoy a las 18.00 horas. Precio: 0,90 euros.
‘Borat’, un reportero descarado
Es racista, misógino, grosero, maleducado y, para colmo, periodista de un país donde es más que dudosa la libertad de expresión.
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