La alcaldesa de Cádiz y diputada nacional del PP, Teófila Martínez, ha criticado que el diputado socialista y expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves "defienda ahora los intereses de Navantia, cuando siendo presidente los socialistas han hecho varias reconversiones de la industria naval de Cádiz". Para Martínez, "la fotografía del chiste de la década es ver a Chaves en la defensa de los intereses de Navantia".

En una rueda de prensa, Martínez ha dicho que Chaves "no puede tener más desparpajo político al pedir al Gobierno, como diputado, que mejore la comercialización, cuando ha tenido ocho años para decírselo a Zapatero".

En este sentido, ha comparado la etapa como presidente de la Junta de Chaves con la postura que adopta ahora el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas. "A Chaves no se le ha visto ni tan siquiera como el señor Valderas ahora, que ha ido a hablar con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ni decir públicamente que estaba peleando por el empleo en Navantia".

Martínez ha manifestado que está "esperanzada" con la posibilidad de que llegue carga de trabajo a las factorías de Navantia en la Bahía de Cádiz porque ha visto al Gobierno "muy comprometido con astilleros de Cádiz y Navantia en su conjunto".

Asimismo, ha indicado que el Gobierno "no tiene ningún pensamiento de separar las factorías de Navantia en Europa, porque es una unidad de gestión y económica y está empeñado en que sea viable y se mejore la capacidad competitiva".

Respecto a la mejora de la capacidad competitiva de los astilleros, la alcaldesa de Cádiz ha ensalzado la negociación que están manteniendo los sindicatos y trabajadores con el Gobierno y Navantia porque considera que se está llevando a cabo "de una manera muy responsable, para ser más competitivos en el futuro".

Martínez ha saludado la decisión de Navantia de "aplazar el plan para actualizar, modernizar y mejorar la capacidad de competir para más adelante, para cuando haya carga de trabajo".

Para finalizar, ha asegurado que está "convencida" de que se logrará carga de trabajo, que están trabajando "muy duro", y dice que, si las negociaciones para llegan a buen puerto, espera "que algunos se laven la lengua con un cepillo o pidan disculpas".