El Templo Romano de Córdoba inaugura su nueva imagen reforzada por más de 40 puntos de luz

La ciudad de Córdoba cuenta desde la tarde noche de este martes con un nuevo atractivo turístico que se une a su legado romano ya presente en distintos puntos, y en este caso ubicado en pleno centro de la capital, con la reapertura del Templo Romano, en la calle Claudio Marcelo, junto al Ayuntamiento, que estrena nueva imagen tras su rehabilitación reforzada por más de 40 puntos de iluminación artística y monumental.
Inauguración del Templo Romano
Inauguración del Templo Romano
EUROPA PRESS
Inauguración del Templo Romano

La ciudad de Córdoba cuenta desde la tarde noche de este martes con un nuevo atractivo turístico que se une a su legado romano ya presente en distintos puntos, y en este caso ubicado en pleno centro de la capital, con la reapertura del Templo Romano, en la calle Claudio Marcelo, junto al Ayuntamiento, que estrena nueva imagen tras su rehabilitación reforzada por más de 40 puntos de iluminación artística y monumental.

En concreto, el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; el presidente de la Fundación Sevillana Endesa, Antonio Pascual Acosta; el concejal de Patrimonio, Rafael Jaén, y la delegada territorial de Turismo y Comercio de la Junta en Córdoba, Marisantos Córdoba, acompañados por distintos representantes institucionales, además de arquitectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), organismo municipal que ha defendido Nieto por ser "un gran activo" del Consistorio.

Además, el regidor ha lamentado que "durante mucho tiempo el templo estuvo olvidado" y no se había puesto en valor, si bien, "ahora ve la luz" con este proyecto de rehabilitación y que se abre a los ciudadanos en su perímetro, después de que antes estuviera rodeado por unas vallas que imposibilitaban contemplar el monumento. A su juicio, es "un espacio único con un tratamiento único".

En concreto, las actuaciones comenzaron en octubre del año pasado y han contado con una inversión superior a 200.000 euros, para una ejecución en tres fases. La primera de ellas se trató en la limpieza del espacio, consolidación y restauración de los retos históricos recuperando su trazado original; una segunda fase centrada en la obra civil, con la que se ha hecho visitable parte del conjunto, y la tercera fase, en la que se pondrá en marcha próximamente es el proyecto de difusión 'Devotio Augusti', que consistirá en la elaboración de material didáctico para mostrar la historia del templo.

Mientras, la nueva iluminación artística y monumental del Templo Romano de Córdoba ha sido llevada a cabo por la Fundación Sevillana Endesa, en un proyecto lumínico que realza los cimientos del templo, las columnas y capiteles y las antérides mediante la instalación de 41 puntos de luz.

El proyecto diseñado por Enel Sole, que ha supuesto una inversión de 95.000 euros aportados por la Fundación Sevillana Endesa, tiene como objetivo destacar, mediante una combinación de efectos de luz, los elementos de valor arquitectónico del espacio utilizando proyectores LED, de gran eficiencia energética.

En total, se han repartido por el conjunto arquitectónico 41 puntos de luz que suponen una potencia instalada de 2,7 kilovatios, el equivalente al consumo de un 'split' de aire acondicionado medio.

Este tipo de iluminación responde a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética mediante el empleo de fuentes de luz de última generación y de larga vida de funcionamiento, que permiten un ahorro en el consumo de energía del 75 por ciento respecto a la utilización de tecnologías no eficientes y evita la emisión anual a la atmósfera de 7,1 toneladas de dióxido de carbono.

Efecto de volumen desde los cimientos

La actuación se ha llevado a cabo sobre los tres elementos principales de este espacio del antiguo Foro Provincial Romano de Córdoba: los cimientos del templo, las columnas y capiteles y las antérides.

La iluminación de los cimientos, que es la más notoria, produce un efecto de volumen sobre el resto del conjunto arquitectónico. En las columnas, la intensidad lumínica es mayor en la superficie exterior y más suave en la zona interior, mientras que las antérides se iluminan en un segundo plano respecto a la estructura propia del templo pero quedan destacadas respecto a zonas sin valor artístico.

Respecto al primer espacio, los cimientos han sido iluminados con once proyectores LED de 54 vatios de óptica ancha, además de otros tres de 65 vatios de potencia y óptica ancha elíptica con el fin de realzar los restos ubicados bajo el pasaje de acceso al templo por las antérides; para resaltar los restos ubicados junto a la base, se ha usado uno más de características similares a éstos últimos.

Por su parte, la propuesta de iluminación de las columnas y capiteles se ha centrado en destacar su volumen, utilizando proyectores LED con ópticas cerradas que permiten dirigir el haz de luz hacia las zonas deseadas. De éstos, once son de 54 vatios y óptica variable para el exterior de las columnas, cuatro proyectores 'Delta' de 130 vatios para iluminar su interior, y dos proyectores focos de siete vatios para la iluminación de los capiteles. Con todo ello se consigue efecto de volumen y distinción entre la zona exterior e interior.

En cuanto a la iluminación de las antérides, solución arquitectónica infrecuente durante el Imperio Romano consistente en levantar muros de contención construidos con retrancamientos en 'zig-zag' para poder salvar el importante desnivel que existe en esta zona, ésta se ha hecho en segundo plano respecto a la estructura propia del templo.

Para conseguir ese efecto de un plano menor se proyecta luz de forma tenue utilizando nueve proyectores Titán de 65 vatios y óptica ancha —cinco de ellos para la visa desde el interior y el resto para los restos visibles desde la calle—.

Origen en el siglo i

El monumento, ubicado entre las calles Claudio Marcelo y Capitulares, data de la segunda mitad del siglo I d.C.. El material empleado para su construcción, en la que participaron artesanos de alta cualificación, fue casi exclusivamente mármol, y fue descubierto en los años 50 del siglo XX durante la ampliación del Ayuntamiento, momento en el que se inició el proyecto de reconstrucción.

Es el único templo romano del que ha llegado evidencia arqueológica. El 29 de mayo de 2007, el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, y forma parte de la amplia oferta turística de la provincia de Córdoba. Además, algunas de las piezas originales se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en rincones de la ciudad.

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