La picaresca está a la orden del día en tiempos de crisis y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) es una de las entidades que lo está sufriendo de primera mano.

De hecho, la entidad ha presentado en lo que llevamos de año 21 denuncias por presunto delito de estafa al detectar la presencia de tarjetas de viaje fraudulentas y manipuladas entre los viajeros de Metrovalencia.

Como consecuencia de estas denuncias, ya se han emitido 11 sentencias condenatorias con penas que están alrededor de los 600 euros. De ellos, unos 400 son de multa por una falta de estafa y 200  en concepto de indemnización a FGV, resultado del perjuicio económico generado a la empresa de transporte.

La Policía Nacional llevó a cabo una operación el pasado mes de mayo que se saldó con ocho detenidos. Según detallaron fuentes policiales, manipulaban el chip de las tarjetas sin contacto de bus, metro y ferrocarril de Valencia y provincia, los cuales habían sido recargados de forma fraudulenta. Los bonos manipulados eran recargados con 30 viajes, y vendidos por 15 euros a los usuarios.

La Policía comprobó que había dos puntos neurálgicos en cuanto a la venta y distribución de los bonos recargados. Uno de ellos era un piso del distrito de Trànsits donde una mujer los vendía. El otro era una asociación de ayuda a estudiantes.

Sin embargo, a pesar de la actuación policial, desde FGV han seguido detectando a usuarios que viajan continuamente con sus tarjetas Móbilis, sin que sean recargadas en ninguna máquina de la entidad.

Y es que el chip del soporte almacena toda la información respecto a los lugares, día y hora de cada recarga, así como de los días, horas y estaciones donde los títulos se validan. Para detectarlos, cada cierto tiempo, la empresa hace un barrido informático para localizar posibles anomalías, además de controles a pie de andén.

Además de los controles para detectar el uso de tarjetas fraudulentas, FGV realiza también revisiones para evitar que los usuarios viajen sin billete. Así, de enero a octubre, se han realizado 255.201 controles y se ha sancionado a 4.609 viajeros. Durante el año pasado se realizaron 405.000 intervenciones y se pusieron 7.524 multas de 50 euros (20 euros si se paga en 15 días).