El alud de quejas vecinales por la falta de limpieza de las calles de Valencia no ha obtenido respuesta por parte del Ayuntamiento de Valencia en forma de una mayor inversión.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha presentado los presupuestos del Consistorio para el año que viene este viernes, que mantienen congelado el gasto en limpieza viaria en torno a 55 millones de euros. El gasto en esta partida no ha variado desde 2012, año en que se aplicó un tijeretazo del 10%.

El recorte coincidió con el incremento del 10% en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) que el Ayuntamiento viene aplicando desde hace dos años por orden del Gobierno central, y que también se mantiene para el año que viene. Un aumento que le reporta cada año unos 18 millones de euros extras, que no se repercuten en un mayor gasto en limpieza.

Además, justo en 2012 se registró un incremento del 31% en las quejas remitidas por los ciudadanos al Ayuntamiento ante la creciente suciedad en las calles. En concreto mandaron 890 escritos. Al respecto, la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, ha explicado que en todas las reuniones que ha tenido con las asociaciones «se han quejado de la suciedad». Por este motivo, ha exigido que se haga «un estudio para detectar los problemas y encontrar soluciones».

Por otra parte, el presupuesto global del Consistorio es de 730 millones de euros, la misma cantidad que el actual ejercicio. Las inversiones son de 67 millones, pero gran parte provienen del plan Confianza que financia el Consell. Así, solo se ejecutarán las obras pendientes de este plan. Entre ellas destaca el parque en los antiguos terrenos del metro en Benimàmet.

La concejala de Medio Ambiente, Mª Àngels Ramón-Llin, ha asegurado a 20minutos que, tal y como han hecho en el presente ejercicio, tratarán de «optimizar los recursos al máximo» el año que viene para poder incrementar la limpieza con el mismo presupuesto: «Vamos a apretar a las empresas para que haya más baldeo y para que aumente la limpieza de los contenedores».