El coordinador de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, David Pacheco, ha señalado este jueves que el problema de los trasplantes de hígado es la falta de injertos frente a un incremento de pacientes indicados para recibir el órgano.

Pacheco se ha expresado así en el marco de la inauguración del III Curso sobre trasplante de órganos sólidos abdominales (hígado, riñón, páncreas y trasplante intestinal), al que ha acudido el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado.

En este curso participan este jueves y el viernes entre 80 y 90 residentes de cuarto y quinto año de servicios de cirugía digestiva y médicos especialistas jóvenes de todas las unidades de trasplante hepático de España, con el objetivo de actualizar el conocimientos, aprender nuevas cosas y reflexionar sobre el trabajo que se realiza en estas unidades.

Precisamente en este contexto, David Pacheco ha incidido en que las indicaciones del trasplante hepático se estabilizan con ligera tendencia al incremento por virus C, alcohol —causa principal— y hepatocarcinomas, pero el problema es que hay 2.000 candidatos a recibir un injerto y sólo 1.000.

"El problema más grandes es que hay tal éxito es que no hay adecuación entre donantes y receptores", ha señalado el coordinador de la Unidad del Río Hortega, quien ha asegurado que por este motivo actualmente se mira la posibilidad de abrir la puerta a otros donantes, no sólo los que registran muerte encefálica, sino en parada cardiaca, donantes vivos o "dividir un hígado en dos", algo que considera "el gran reto al que enfrentarse en los próximos años", todo ello con la obligación de "intentar que los hígados vayan a ponerse en las personas que más se van a beneficiar".

Por otra parte, Pacheco ha señalado la importancia de llevar a cabo muchas intervenciones de este tipo porque proporcionan experiencia y ha explicado que en el caso de la Unidad que coordina se llevan a cabo más de 40 trasplantes al año, casi uno a la semana, por lo que a pesar de la complejidad de la técnica y los recursos que consume del Hospital, se trata de una cirugía "rutinaria", algo que cree "muy importante" no sólo en la parte quirúrgica sino en todo el engranaje del Hospital porque la cirugía se utilizan prácticamente todos los recursos del hospital.

Pacientes "normales"

En cuanto a la calidad de vida de los pacientes, ha señalado que son "normales", es decir, que muchos incluso vuelven a su vida laboral si están en edad de trabajar, al tiempo que ha señalado que no hay tratamiento quirúrgico que tenga 25 años de vida media como el trasplante, con el que la supervivencia del paciente es de entre diez y 20 años (el 60 por ciento superan los diez). Además, ha incidido que en el caso de los hepáticos, si no se trasplanta, el paciente se muere.

Precisamente el consejero de Sanidad ha destacado la prioridad que la Junta de Castilla y León da a los trasplantes, que se mantienen y preservan a pesar de las dificultades presupuestarias y ha explicado que en la Comunidad se realizan la mayor parte de los que desde el punto de vista técnico se pueden realizar, concretamente este mismo jueves el número 42 de hígado en el Río Hortega, el 411 desde la implantación de esta técnica en la región.

Sáez Aguado, quien ha afirmado que se da respuesta "creciente" en todos los trasplantes a excepción del cardiaco porque hay muchas menos indicaciones y menos necesidades, ha señalado la importancia de los trasplantes, un tipo de intervenciones "de una elevada técnica profesional, de una elevada complejidad organizativa" y coste muy elevado, pero que tienen resultados en términos de calidad de vida y salud "muy buenos".

"Desde el Gobierno de Castilla y León se van a mantener, preservar incluso a pesar de las dificultades presupuestarias", ha asegurado el titular de Sanidad.