Una mujer embarazada ha denunciado haber sido golpeada por los Mossos d'Esquadra cuando, el viernes por la noche, cinco patrullas acudieron a un bar del barrio del Turó de la Peira, en el distrito barcelonés de Nou Barris, donde se estaba produciendo una pelea multitudinaria y uno de los implicados amenazó a los clientes con un cuchillo.

La denunciante de esta decena de mossos es la hermana del joven a quien la policía quiso detener el viernes al atardecer en el barrio barcelonés del Turó de la Peira, que ha presentado una denuncia contra la decena de agentes que intervinieron en la detención frustrada. La mujer, que está embarazada, asegura que los mossos la agredieron, una versión que los agentes desmienten.

La primera pareja de policías, que iba de paisano, llegó cuando la situación ya se había normalizado pero algunos testigos les comunicaron que un joven había amenazado a varios clientes con un cuchillo. Por ese motivo, salieron a buscarlo y lo identificaron en la confluencia del paseo de la Peira y la calle del Cadí, donde había varias personas, muchos de ellos jóvenes de nacionalidad ecuatoriana.

Según los Mossos, mientras cacheaban al joven, llegó una mujer de mediana edad que cogió por el brazo uno de los agentes instándolos a aclarar: "¿Qué le estáis haciendo a mi hijo?". Entonces el chico se giró y se lanzó contra los agentes, que pidieron ayuda a sus compañeros. Con el ruido, decenas de personas se acercaron a ver lo que ocurría —entre ellas, la hermana del sospechoso, visiblemente embarazada— y rodearon a los policías.

Los Mossos se defendieron con porras extensibles y la chica embarazada y su novio intentaron impedirlo agrediendo a los agentes, según consta en el atestado. Los otros agentes sacaron sus porras extensibles y cargaron contra los dos jóvenes. Fue entonces cuando la mujer embarazada empezó a gritar que la habían pegado, acusación que ha sido desmentida por la policía.

Algunos vecinos empezaron a gritar pidiendo venganza por la agresión. "A por ellos, han golpeado una mujer embarazada", jalearon algunos, según el atestado. Además, muchos de estos decidieron sacar entonces su teléfono móvil y para filmar la escena: "lo estamos grabando todo, porque todo el mundo lo pueda ver", aclara el atestado que iban diciendo algunos de los vecinos.

La responsable del operativo, con rango de caporal, probó de tranquilizar a la mujer facilitándole su número de placa. Le dijo que podía denunciar los hechos en el área Básica Policial (ABP) de Nou Barris.

El gesto pasó desapercibido para la multitud, que se convirtió en una amenaza clara para la policía, según los Mossos. La caporal ordenó suspender la detención e irse. Los Mossos abandonaron el lugar sin haber podido hacer ninguna detención ni hacer ninguna identificación. Dos agentes tuvieron que ser atendidos en el CAP por múltiples contusiones al cuerpo.

Un grupo de jóvenes ecuatorianos que presenciaron los hechos han asegurado a ACN que la mujer embarazada se sometió este sábado a una revisión médica para demostrar los golpes que habría recibido en medio de la disputa y que presentará una denuncia contra los policías.

De la hipotética agresión existen grabaciones, según estas mismas fuentes, que de momento no han querido hacer públicas. El grupo también afirma que al sentir los gritos de la mujer embarazada, los presentes intentaron acordonar a los agentes para que no se marcharan "sin ser identificados". Uno de los  agentes de paisano "se colocó la capucha y se escapó corriendo", ha relatado uno de ellos.