Por ello, con este acto simbólico, los agricultores exigen al Gobierno una Ley de Márgenes Comerciales que impida estos abusos y que además sancione a los especuladores. «Para los productores, un precio razonable por kilo sería entre 0,25 y 0,30 euros y venderlo al consumidor a 0,60 euros», añadió Gutiérrez.

Debido a esta situación,  mucha fruta se está desperdiciando y quedando sin recoger, ya que a los agricultores no les sale rentable. Para la UPA, una solución sería el doble etiquetado, donde el ciudadano pueda comparar el precio final de la fruta con el que estableció el productor. Para evitar a los intermediarios, los pequeños agricultores planean comercializar directamente sus productos  instalando mercados en distintos puntos de Córdoba.

Los afectados

Manuel J. Guisado. Agricultor. Fuente Palmera.

«El kilo nos lo pagan a  nosotros a 20 céntimos y no nos cubre los gastos. Si seguimos en esta situación, habrá que dejar de cultivar».

Enrique G. Agricultor. Fuente Palmera

«No le ganamos. Estamos vendiendo parte y otra se está quedando en el suelo. Yo ya he perdido más de 100.000 kilos porque no me sale rentable recogerlas».