La justicia frente a la cobardía y la corrupción en 'Zero', con la que Lakhmari luchará por la Espiga de Oro

Nour-Eddine Lakhmari se sumerge en el bajo mundo de la corrupción existente en torno a los focos de poder y en la lucha de la justicia frente a la cobardía en la película 'Zero', que se ha presentado este jueves en la Sección Oficial de la 58 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), cita cultural que este año dedica una retrospectiva al cine de Marruecos del silo XXI.
Bouab, en el centro, presenta 'Zero' en la 58 Seminci
Bouab, en el centro, presenta 'Zero' en la 58 Seminci
EUROPA PRESS
Bouab, en el centro, presenta 'Zero' en la 58 Seminci

Nour-Eddine Lakhmari se sumerge en el bajo mundo de la corrupción existente en torno a los focos de poder y en la lucha de la justicia frente a la cobardía en la película 'Zero', que se ha presentado este jueves en la Sección Oficial de la 58 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), cita cultural que este año dedica una retrospectiva al cine de Marruecos del silo XXI.

El protagonista de la película, el actor y guionista Younès Bouab, ha asegurado en la presentación que, para él, la de Zero es una historia de justicia: la que el agente de policía Zero decide hacer tras años de humillaciones por parte de su padre y del comisario, quienes le acusan de cobarde y de hacer lo que quiera sin encomendarse a nadie.

Definido como un "policía alcohólico" que bebe porque "no soporta su propia cobardía", según ha explicado el intérprete marroquí, Zero es un hombre acostumbrado a actuar por su cuenta, especialmente en lo que tiene que ver con la persecución de la pederastia, que se ha ganado el retiro a la oficina de denuncias acusado, entre otras cosas, de hacer chanchullos con Mimi, una joven prostituta que se hace pasar por menor de edad.

En su escritorio recibe un día la visita de una mujer que denuncia la desaparición de Nadia, su hija de años, de la que no ha sabido nada en las últimas semanas, pero esos informes son rechazados por sus superiores, que se ríen de las esperanzas de los familiares que creen que ellos les ayudarán.

De manera paralela Zero convive y se hace cargo de su padre, un expolicía al que su mujer dejó por otro y que tortura a diario a su hijo con este tema, además de con constantes acusaciones de cobardía.

Pero las cosas cambian cuando el agente, tras un percance de su padre, conoce en el hospital a la doctora Kenza Amor, con quien coincide un par de ocasiones más en un corto espacio de tiempo y que, afligida por los desaires de su prometido, encuentra en Zero una persona con la que divertirse.

De manera paralela a esta breve historia de amor el policía, siempre vigilado por su superior y sus esbirros, continúa con sus pesquisas para dar con el paradero de Nadia y, a raíz de un tatuaje de mariposa, comienza a tirar del hilo hasta dar con una red de prostitución de menores; en ese momento, arropado por un sentimiento de justicia desconocido hasta entonces, decide actuar a su manera.

Justicia versus humillación

Es la mirada de la doctora la que, en la película y según lo explicaba su protagonista, le permitió replantearse las cosas y cambiar su perspectiva: cuando acaba con sus miedos afronta su lucha por la justicia, la palabra más repetida por Bouab. "Gracias a la mirada de la mujer va a querer quererse a sí mismo y a los demás", reitera antes de añadir que su capacidad para decir "basta" le permite pasar de la humillación a la justicia.

El protagonista de la cinta, estrenada con éxito el pasado año en su país, tiene cosas de 'Taxi Driver' y de Norton aunque mantiene su "peculiaridad" marroquí y un entorno también distinto, ha defendido el actor, quien ha reconocido las dificultades que tiene para él afrontar un papel cómico, que exige de "un talento particular".

Bouab, quien ha adelantado que la justicia y su relación con la venganza será el tema sobre el que trabajará próximamente, ha recalcado que aunque la historia de corrupción que plasma la cinta es ficticia, en realidad es un problema extendido en Marruecos y en otras partes del mundo, como también lo es el de la pedofilia.

El actor, quien ha trabajado por encargo como guionista para la televisión marroquí y que no se plantea dar el salto a la dirección, se ha referido también al "problema de industria" que tiene el cine marroquí, que produce al año entre y películas.

"Existe un problema de industria, hay muy pocas salas de cine y todas las películas son financiadas por el Estado o por la televisión", ha detallado antes de lamentar la falta de presupuesto privado "porque el cine no da dinero".

El director

Nour-Eddine Lakhmari nació en Safi (Marruecos) en 1964 y se trasladó a Francia para estudiar Farmacia, aunque no tardó en abandonar esta opción para dedicarse a su verdadera pasión: el cine.

Sus primeros cortometrajes, rodados en Oslo, le facilitaron el ingreso en la Academia de Cine de la capital noruega, además de cosechar algunos premios; su primer largometraje, 'La mirada', se estrenó en 2005 y obtuvo un amplio apoyo de la crítica en Marruecos y los países escandinavos.

En 2009 participó en la Sección Oficial de la 54 Seminci con 'Casanegra', que fue elegida para representar a Marruecos en la carrera de los Oscar de 2010, y 'Zéro' es su tercer largometraje.

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