Al menos 48 personas, la mayoría agentes, han muerto y otras 48 han resultado heridas en las últimas doce horas en una cadena de ataques en Bagdad y la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, informó este miércoles una fuente policial.

Este miércoles al menos catorce agentes fueron degollados por un grupo armado que tendió una emboscada a varias patrullas de las fuerzas del orden en la zona del Kilómetro 160, al oeste de Ramadi, capital de Al Anbar.

Por otro lado, al menos siete personas —cuatro policías y tres civiles— perdieron la vida y una resultó herida grave por la explosión este miércoles de un coche bomba conducido por un suicida contra un puesto de control en un puente de la carretera que une Irak con Jordania, al oeste de Ramadi.

Asimismo, siete personas murieron y veinte sufrieron heridas en dos ataques con bombas en el barrio de Ameriya, en el oeste de Bagdad, y en la carretera de Zahrat al Madaen, a 20 kilómetros al sureste de la capital.

La fuente señaló que un civil murió por el estallido de una bomba lapa colocada bajo su vehículo en el centro de la zona de Abu Graib, a 25 kilómetros al oeste de Bagdad.

Al menos tres agentes fallecieron en un asalto perpetrado por un grupo armado contra un puesto de control de la Policía Federal en la población de Al Siyariya, a 10 kilómetros al norte de Al Ramadi.

En la noche de este martes, un vehículo cargado con explosivos estalló cerca de una comisaría de la localidad de Ratba, a 250 kilómetros al oeste de Ramadi, y ocasionó la muerte de seis policías y catorce heridos.

Poco después, otros cuatro efectivos de los cuerpos de seguridad fallecieron en un ataque armado contra un puesto de control en la misma área. Además, dos soldados murieron y otros seis resultaron heridos por la detonación de un coche bomba al paso de una patrulla militar en el centro de Ratba.

También al oeste de Ramadi, otros dos efectivos de las fuerzas de seguridad perecieron y tres resultaron heridos por los disparos de hombres armados contra un puesto de control en Huseiba al Garbiya.

Por otro lado, la explosión de una bomba al paso de un convoy policial en Raua, al oeste de la capital de Al Anbar, se cobró las vidas de dos policías y dejó cuatro heridos.

El terrorismo y la violencia sectaria han aumentado en Irak en estos últimos meses, los más mortíferos en cinco años, con ataques frecuentes contra efectivos de seguridad y el ejército y contra los chiíes.