El diputado del PP Iñigo Fernández ve "muy interesante" que se investigue "toda la trama" de la implantación de la fábrica GFB en Cantabria, un proyecto "escandaloso" y que constituye "uno de los mayores escándalos" de la región.

El parlamentario 'popular' ha respondido así este miércoles a preguntas de los periodistas a raíz de la difusión de investigaciones que se están llevando a cabo, que han sido publicadas en un medio de comunicación.

Tras apuntar que cuando un asunto llega al juzgado la investigación es "lenta y rigurosa", Fernández ve "muy interesante" que se investigue "toda la trama" para la implantación de GFB en Orejo (Marina de Cudeyo), pues fue un proceso "aparentemente escandaloso". Por eso, si se ven indicios penales o de enriquecimiento ilícito, se ha mostrado partidario de que se investigue.

En una rueda de prensa convocada para hablar de derribos, el diputado del PP ha recordado que los "responsables" de GFB "nunca han dado muchas explicaciones".

Y ha comparado que si bien cuando se inició el proyecto y "parecía" que tenía "buena pinta" el entonces presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, decía que le preguntaran a él por GFB, cuando "se torció" y se convirtió en un "fraude", un "escándalo" que supuso "tirar" unos 45 millones, el regionalista "ya no decía nada", sino que estaba "escondido" y "desaparecido".

Con esto, y después de recalcar que dos consejeros del anterior Gobierno —Ángel Agudo y Miguel Ángel Pesquera— están imputados por este caso, Fernández ha criticado que "parece" que GFB "no va con Revilla", pese a que "todas" las "irregularidades" derivan -ha dicho- de un contrato que él "firmó" en Costa Rica, que "cruzó el charco" redactado de una manera y volvió de otra, ha concluido.