La Consejería de Agricultura renueva hasta diciembre el aval concedido a Dibaq-Diproteg para el pago a proveedores

Destinó a la firma de nutrición animal más de 730.000 euros a principios de este año
Instalaciones de Dibaq en Fuentepelayo (Segovia)
Instalaciones de Dibaq en Fuentepelayo (Segovia)
EUROPA PRESS
Instalaciones de Dibaq en Fuentepelayo (Segovia)

La Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León y la empresa de nutrición animal Dibaq-Diproteg, con sede en Fuentepelayo (Segovia), han firmado este miércoles la renovación del aval que el departamento de Silvia Clemente concedió a la compañía a principios de este año por valor superior a los 730.000 euros.

La consejera ha señalado durante una visita a Segovia para conocer el nuevo trazado del Camino de San Frutos, a partir de la localidad de Sotosalbos, que la firma de alimentación animal ha conseguido recientemente salir del concurso de acreedores a través de un convenio alcanzado con los acreedores y que la Consejería ha acordado renovar el aval hasta el 15 de diciembre.

De esta forma, ha dicho en declaraciones a los medios, la cabecera del grupo Dibaq tendrá la capacidad necesaria para seguir pagando las facturas a los proveedores, abonar las nóminas a sus empleados y "rematar" la salida definitiva del concurso.

Silvia Clemente ha considerado "oportuna" la ayuda que la Junta ha prestado a Dibaq-Diproteg, que según ha remarcado ha contribuido "en buena medida" a mejorar su posición. "En este momento considerábamos que era necesario rematar todas las líneas que tiene abiertas para afrontar el cierre de su salida del concurso en las mejores condiciones posibles", ha aseverado.

La empresa de Fuentepelayo entró en concurso voluntario de acreedores en septiembre de 2012 ante la imposibilidad de encontrar financiación para mantener su actividad, a raíz de lo cual tuvo que prescindir de 90 trabajadores y rebajar salarios.

El pasado 10 de octubre superó la fase de convenio de concurso de acreedores tras el respaldo obtenido por el 70,1 por ciento de acreedores y proveedores y se confirmó así el plan de viabilidad planteado para reflotar el negocio, que requería 3,5 millones de euros.

Tras comenzar a caer en picado en abril de 2012, la compañía comenzó a recuperar pulso en enero de 2013, una vez que la administración concursal reforzó el proyecto y consiguió financiación.

En abril de 2013, todos los departamentos —Acuicultura, Alimento Seco para Animales de Compañía y Alimento Húmedo para Animales de Compañía— generaban flujo de caja positivo y a partir de julio la empresa ya crecía "de forma importante", según explicó recientemente el presidente de la firma, Carlos Tejedor, quien auguró que se prevé terminar el 2013 con 23 ó 24 millones de facturación y que se superarán los 30 al cierre de 2014.

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