El jugador del FC Barcelona y de la selección española Cesc Fàbregas ha asegurado este viernes que de cara a los dos últimos partidos de clasificación para el Mundial 2014 de Brasil "no valen tonterías" y que deben ganar y no fallar ante Bielorrusia y Georgia en casa para asegurar la primera posición.

"En estos dos partidos que tenemos en casa aquí sí que ya no valen tonterías. Han sido dos años compitiendo a tope contra grandes selecciones, tuvimos la mala suerte de jugar contra una gran selección como es Francia y el resto han resultado ser complicadas. No podemos fallar", comentó en declaraciones a 'sefutbol.com' recogidas por Europa Press.

Pese a esta ambición, comentó que la naturalidad en este equipo "sobrepasa" a la de cualquier vestuario, y que ello ayuda a conseguir el objetivo. "Han llegado Michu y Alberto y se integran en dos minutos, no hacemos sentir a nadie raro ni mal, todos hemos pasado por momentos así, hemos debutado y venido el primer día un poco más tímidos o cautos. El ambiente es fenomenal y venga quien venga es bienvenido", señaló.

En cuanto a su debut con España, recordó el buen ambiente que ya se encontró entonces. "Vine muy joven y me apoyaba mucho en Reyes, porque veníamos los dos del Arsenal, y en los primeros días no me separaba de él, en la misma mesa con Torres, Juanito, Joaquín, y era un cachondeo día sí y día también. Tan joven intentas no hablar mucho, y estaba Raúl, Puyol, Casillas, que eran grandes figuras cuando era joven pero siempre me recibieron muy bien", recordó.

También muy joven, más todavía, emigró a Inglaterra para ganarse un hueco finalmente en el Barça. "No tenía nada que perder, tenía 16 años y estaba en el cadete del Barça, no tenían nada previsto especial para mí, ni subirme de categoría como a otros como Messi o Piqué. El primer día en el Arsenal ya entrenaba con el primer equipo, con Vieira, Henry, Pires o Bergkamp, y quieras o no esto te da motivación para ir cada mañana con una sonrisa y unas ganas enormes", explicó.