El marido de Isabel, la mujer de 53 años muerta a tiros presuntamente a manos de su hermano, quien permanece huido desde el crimen, ha afirmado que Juan L.C. "estaba esperando" a las víctimas y que a ella le disparó "por la espalda, por detrás como los cobardes", tras arremeter en primer lugar contra su yerno, de 27 años, quien resultó malherido en el ataque.

Ha considerado que el fratricida, "visto por muchos testigos", actuó de manera "fría, con premeditación y alevosía", y que era conocedor de que, por orden judicial tras un proceso ante los tribunales, su hermana iba a ir a recoger a las 10,00 horas del domingo un "mueble de cocina que tenía que devolver a mi hija".

"Subió mi esposa, con mi yerno y un amigo de mi yerno, que salió corriendo y se salvó, y este asesino disparó la escopeta contra mi yerno, luego a mi mujer por la espalda, que murió en el acto, y luego a una vecina que estaba hablando con ella y que no sabemos si perderá el brazo", ha señalado en declaraciones a la Cadena SER, recogidas por Europa Press.

Ha remarcado, asimismo, que "no está loco". "Él actúa y sabe perfectamente, estaba esperando desde las seis de la mañana en un terrazo, y cuando vio a su hermana, la mató".

Modesto Pemar ha hecho referencia a los "antecedentes policiales" de Juan L.C., quien, según ha asegurado, "estuvo en la cárcel", y ha concluido que se trata de una persona "que no tiene corazón". "Yo llevo 35 años en esta familia y todos los años ha montado alguna. Es toda una vida dedicada a hacer daño", ha apuntillado.

Descarta herencia como móvil

Ha trasladado que la "aversión" del fratricida, quien empleó para cometer el crimen una escopeta de caza, por su hermana "no tiene que ver con una herencia" y sí con el hecho de que la familia decidiera trasladar hace dos años a la abuela, de 90 años, hasta Barcelona para vivir con ellos, "ya que, debido a su edad, no podía quedarse sola en su casa".

"Se ha quedado sin el dinero de su madre, le hemos cortado el suministro", ha indicado para, a continuación, relatar que las "amenazas" por parte del presunto homicida hacía sus allegados eran "frecuentes" si bien la víctima "nunca quiso hacer leña del árbol caído por respeto a su madre", según ha remarcado.

Los restos mortales de Isabel L.C., de 53 años, ha sido incinerados en la mañana de este martes tras el velatorio en el Tanatorio de Almería y la misa funeral.

El presunto autor del crimen permanece huido desde el domingo mientras un amplio operativo por tierra, con apoyo de perros de la Unidad Cinológica, y con búsqueda aérea por parte de un helicóptero de la Guardia Civil, rastrea las cortijadas y fincas a las faldas de la Sierra de los Filabres para localizarlo y proceder a su detención.

Una Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil ha irrumpido en el cortijo propiedad de Juan L.C. ante indicios que sugerían que podría haberse atrincherado en su interior si bien, tras el registro, no se ha encontrado rastro de él.

La entrada en el cortijo, ubicado junto a la Rambla del Carril, de los agentes se ha producido después de tener cercada la finca durante las últimas horas ante indicios que apuntaban a que podría haber elegido este lugar para ocultarse después de huir, armado con una escopeta de caza, del lugar del crimen.

Fuentes de la Comandancia han indicado que no se puede asegurar con certeza que el fugitivo continúe en posesión del arma de fuego homicida o de cualquier otra, aunque ha trasladado a la población que se conduzca con prudencia.