Obama y el negociador Rohaní acercan a EE UU e Irán después de tres décadas de enemistad

  • Las relaciones entre Estados Unidos e Irán comenzaron a deteriorarse tras el triunfo de la Revolución islámica de Jomeini en 1979.
  • El apoyo a Sadam Husein en la guerra entre Irán e Irak de los 80 y la crisis nuclear en este siglo, algunos de los episodios de mayor tensión.
  • Esta semana, las reuniones de alto nivel por el programa nuclear iraní han marcado un nuevo hito entre ambos países.
  • Rohaní ganó en las urnas la presidencia de Irán tras haber sido el negociador iraní en cuestiones nucleares.
El presidente de Irán, Hassan Rohaní (c), sonríe tras una rueda de prensa ofrecida en el marco de los debates de la 68ª Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente de Irán, Hassan Rohaní (c), sonríe tras una rueda de prensa ofrecida en el marco de los debates de la 68ª Asamblea General de Naciones Unidas.
EFE
El presidente de Irán, Hassan Rohaní (c), sonríe tras una rueda de prensa ofrecida en el marco de los debates de la 68ª Asamblea General de Naciones Unidas.

La conversación telefónica entre el presidente de EE UU, Barack Obama, y el iraní, Hasán Rohaní, ha marcado un punto de inflexión en las maltrechas relaciones entre ambos países en las últimas tres décadas. Esta semana, además, El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, y el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Javad Zarif, se reunieron junto con otras cinco potencias mundiales para tratar sobre el programa nuclear iraní, en la que fue la primera reunión de alto nivel bilateral desde 1979. Las relaciones entre Estados Unidos e Irán comenzaron a deteriorarse después de la caída del régimen del Sha Mohamed Reza Pahlevi y el triunfo de la Revolución islámica de Jomeini en 1979.

Relaciones rotas desde 1980

Aunque fue en 1980 cuando ambos países rompieron definitivamente sus relaciones tras el asalto a la embajada estadounidense en Teherán por los seguidores de la Revolución, que mantuvieron retenidas a 52 personas durante 444 días.

Esta crisis se consideró como el punto más opaco de la administración Carter, cuyos intentos no lograron la liberación de los rehenes, que sólo fueron puestos en libertad el primer día de la presidencia de Reagan, el 21 de enero de 1981, y tras la mediación argelina. La liberación de los rehenes se consiguió también tras una serie de negociaciones que preveían el desbloqueo de los fondos iraníes a cambio de la liberación de los retenidos.

Esta crisis marcó el comienzo de la violencia chií, que se caracterizó por el secuestro de varios rehenes occidentales en Líbano por grupos radicales apoyados por Irán como Hizbulá.

En la guerra que Irak e Irán libraron entre 1980 y 1988, EE UU apoyó abiertamente al régimen iraquí de Sadam Husein.

Conatos de diálogo en los 90

Posteriormente, en 1995, el presidente demócrata Bill Clinton acusó a Irán de apoyar el "terrorismo internacional", de desarrollar armas de destrucción masiva e interferir en los esfuerzos de paz del Oriente Medio, y prohibió que empresas estadounidenses invirtieran en la industria petrolera iraní.

En 1997 con el acceso al poder en Irán del moderado Mohamed Jatamí, conocido por su política aperturista, se entabló una política de diálogo entre Teherán y Washington.

Durante el año 2000 EE UU flexibilizó su postura respecto a Irán, pero al tiempo que levantó el embargo sobre algunos productos, en 2001 lo incluía en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo internacional acusándolo de desarrollar armas de destrucción masiva y de cooperar con grupos terroristas.

La crisis nuclear

En 2003 Washington denunció que Irán se disponía a extraer uranio de yacimientos propios y tras expresar su preocupación, solicitó al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que lo examinara de cerca.

Durante el régimen de Mahmud Ahmadineyad (2005-junio 2013), las presiones de Washington para que Irán abandonara su programa nuclear, han continuado.

En febrero de 2006 la Junta de Gobernadores del OIEA adoptó una resolución por la que remitía el controvertido programa nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU. Irán reaccionó amenazando con limitar el acceso del OIEA a sus instalaciones atómicas y con reiniciar su programa de enriquecimiento de uranio a pleno rendimiento.

Dos años después, en julio de 2008, la tensión aumentó tras las amenazas iraníes de "borrar del mapa" a Israel y la fuerza naval de EEUU en el golfo Pérsico, en caso de un ataque contra las instalaciones atómicas iraníes.

En 2010 el Congreso estadounidense aprobó nuevas sanciones para que Teherán abandonara sus ambiciones nucleares.

Más tarde, con Barack Obama en la Casa Blanca abrió inicialmente nuevas posibilidades de diálogo, pero la situación se complicó cuando en noviembre de 2011 un diario israelí publicó que Israel, aliado de EE UU, preparaba un ataque contra las instalaciones iraníes.

El pasado año, en marzo, EE UU trasladó su deseo de que las tensiones con Irán por su programa nuclear se resolvieran por la vía diplomática, tras el endurecimiento de las sanciones.

Ambos países, junto con otras cinco potencias, se reunieron esta semana para tratar el programa nuclear iraní, al margen de la 68 Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra estos días. Este acercamiento se produce unos meses después de que el moderado Hasan Rohaní accediera a la presidencia de Irán, al vencer en las elecciones de junio pasado.

En los últimos años, Rohaní fue el principal negociador iraní en el tema nuclear.

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