El alcalde de Sepúlveda (Segovia), Francisco Notario, ha firmado un bando en el que pide la colaboración del mayor número de voluntarios posible en la búsqueda de su vecino desaparecido, Antonio Calleja, 'Tono', de 63 años.

El regidor informa en el bando de que este sábado a partir de las 8.00 horas se iniciará un operativo especial para la localización del varón, con disminución psíquica, que permanece en paradero desconocido desde el pasado viernes.

Esta búsqueda especial ha sido solicitada por los familiares y será coordinada por el capitán de la Guardia Civil de Sepúlveda.

El alcalde ha citado a los posibles voluntarios en la plaza de España de la localidad, lugar que en días precedentes ha sido punto de encuentro de efectivos y personas que han tomado parte en las labores de rastreo.

Antonio Calleja mide 1,76 metros y es delgado y con calvicie. La última vez que fue visto vestía una camisa de cuadros azul y un pantalón azul marino.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia informaron a Europa Press de que el operativo de búsqueda comenzó el viernes en el área urbana de Sepúlveda, donde fue visto antes de desaparecer, y que se ha ido ampliando por las inmediaciones de la localidad.

La Guardia Civil tuvo conocimiento de la falta del hombre en la tarde del viernes. Tras la alerta, miembros del Cuerpo iniciaron la búsqueda junto con decenas de vecinos, que volvieron a organizarse en la mañana del sábado para reanudar las labores, en las que participó un perro especializado en avalanchas del Equipo de Rescate en Intervención en Montaña (EREIM) de Riaza (Segovia).

El operativo se reanudó el domingo a primera hora, cuando efectivos de la Guardia Civil y voluntarios se congregaron de nuevo en la plaza del municipio para organizarse. Perros de Riaza y Zamora colaboraron junto con el helicóptero de Madrid. A las batidas se sumaron posteriormente agentes medioambientales.

En la jornada de ayer la búsqueda se centró en la zona de Giriego y se recorrió sin éxito ambas orillas del río Duratón.

La Guardia Civil solicitó a los habitantes del pueblo que revisen viviendas, garajes o locales que el viernes estuvieran abiertos por la posibilidad de que el hombre pudiera refugiarse en ellos.