La ceremonia de presentación del buque insignia de Airbus, cuya explotación comercial debe iniciarse en 2006, llegó a su punto culminante cuando la aeronave, conocida ya como el trasatlántico de los aires, mostró sus más de 70 metros de longitud al descorrerse la cortina negra de ocho pisos de alto que lo ocultaba en un hangar de Toulouse.

A los pies del gigante aéreo se encontraban José Luis Rodríguez  Zapatero, el jefe de Estado francés, Jacques Chirac; el  canciller alemán, Gerhard Schroeder; y el primer ministro británico,  Tony Blair, representando a los cuatro países socios de Airbus y cofinanciadores del nuevo bebé gigante de la compaía, con capacidad para 555 pasajeros en su versión estándar (aunque puede llegar a tener 853 plazas).

Los primeros vuelos de prueba del superjumbo, mucho más grande que su directo competidor el 747 de Boeing, están previstos para marzo o abril próximos, aunque la presentación pública en acción se ha programado para junio durante el Salón Aeronáutico de Le Bourget, en las afueras de París.

Airbus es propiedad en un 80% del consorcio aeronáutico y de  Defensa europeo EADS, donde el Estado español mantiene una  participación del 5,5% a través de la SEPI, y en un 20% del grupo  británico BAE System. A pesar de esta reducida participación  accionarial, la aportación industrial española en el A380 se eleva al  10% del programa, distribuido entre las fábricas de Airbus España en  Getafe (Madrid), Illescas (Toledo) y Puerto Real (Cádiz).

La inversión total del programa industrial del A380, que arrancó  en diciembre del año 2000, se eleva a 11.000 millones de euros,  aunque el pasado diciembre EADS admitía la necesidad de  realizar una inversión adicional de 1.450 millones de euros, que  deberán incluirse en la partida de I+D del proyecto. Para  rentabilizar el programa, la compañía necesita vender al menos 250  unidades del avión, cuyo precio unitario de catálogo es de 280 millones de euros.

Airbus cuenta hasta el momento con 139 pedidos en firme para el  A380 procedentes de 13 compañías aéreas, a los que hay que sumar un  compromiso de compra por otras 10 unidades anunciado la pasada semana  por la compañía estadounidense de paquetería UPS. La constructora  prevé alcanzar las 150 órdenes de compra a lo largo del primer  semestre de 2005, probablemente de alguna de las tres grandes compañías chinas.

La primera compañía aérea en incorporar el avión a su flota será  Singapore Airlines, que realizará el primer vuelo comercial del A380  en abril de 2006. Un año después, en abril de 2007, Air France-KLM se  convertirá en la primera aerolínea europea en explotar comercialmente  el avión.

APUESTA DE FUTURO

A diferencia de su rival estadounidense Boeing, Airbus considera  que la evolución de la industria aérea requiere un avión de estas  dimensiones. El fabricante europeo sostiene que el tráfico aéreo  internacional girará de forma creciente en torno a los grandes hubs, centros de distribución de tráfico cuya importancia irá  creciendo exponencialmente a medida que aumente el tráfico aéreo a lo largo de los próximos años.  

El A380 encaja a la perfección en este escenario, permitiendo a  las compañías reducir costes de vuelo y descongestionar el tráfico  aéreo, de lo cual se benefician aeropuertos, aerolíneas y pasajeros.

Características técnicas