Los 'Mano a mano' de Cajasol han ofrecido este martes un coloquio en el cual el ganadero Antonio Miura y el filósofo Fernando Savater han abordado el mundo taurino desde la perspectiva de la filosofía y el "cambio" que éste ha experimentado.

Las dos partes de este nuevo encuentro mantuvieron el interés de los asistentes con argumentos, historias y anécdotas sobre el toro de Miura, uno de los más legendarios de la historia, y sobre la filosofía y la ética aplicada a la tauromaquia.

La visión y la filosofía del ganadero fue desgranada por Antonio Miura, ante la ausencia de su hermano Eduardo por motivos de salud, que abordó temas diversos que fueron desde la cría y selección del toro en esta saga ganadera hasta una visión muy actual del toreo. Miura, así, ha hablado del día a día y de las costumbres de la ganadería que pasta en tierras de Lora, en la finca Zahariche.

Ha recordado lo que significó el triunfo de los Miura en la pasada Feria de Abril: "fue una gran emoción, estás en tu tierra, donde has vivido y quieres lo mejor para Sevilla; afortunadamente tuvimos la suerte de que saliera esa corrida de toros, no puedo explicar cómo se vivió, lo que sé es que va a costar trabajo que se vuelva a repetir, y ojalá me equivoque".

"Nuestra filosofía es buscar ese toro que no defraude al aficionado, porque a muchos les gusta ver ese toro complicado, difícil, que le haga pasar algo de fatiga al torero, que siga manteniendo el mito de Miura, pero a otros les gusta el toro que también dé facilidades al torero y le permita lucirse", ha subrayado.

Por eso, ha abordado el tema del cambio en el mundo taurino, señalando que "está en la fiesta del toro, ha ido evolucionando; antes era más importante el picador, a lo largo de la historia, y ahora sin embargo el torero ha cogido más protagonismo, y con ello las ganaderías. Si la fiesta coge un derrotero habrá que moverse, sin perder la personalidad del toro, pero dentro de eso es importante evolucionar en el sentido en el que vaya la fiesta". Más negativo, sin embargo, fue al abordar el tema del futuro de las ganaderías, toda vez que "los problemas van a estar en que cada vez hay menos gente para trabajar en el campo".

La prohibición,

"contra la libertad de la persona"

Por su parte, el filósofo Fernando Savater no llegó a este acto de la Fundación Cajasol con la intención de hacer apología de los toros, sino de razonar sobre la fiesta y descartar todos aquellos principios éticos que algunos utilizan para atacarla.

Savater ha recordado el origen de su afición a los toros. "Aunque mi padre era aficionado a los caballos, iba mucho a los toros en la Feria de San Sebastián, tenía un abono con tres localidades y nos turnábamos los hermanos para ir, la faena buena siempre me tocaba a mí. He sido aficionado de grupo, de amigos, pero no soy el aficionado fanático".

Con una cita de Orson Welles —'Los toros son un tragedia en la que el héroe muere de verdad'—, el filósofo vasco ha repasado la figura del ganadero remarcando que "es muy importante porque el toro bravo es una obra de arte hecha a través de los siglos, no se encuentra así en la naturaleza, van creando un prototipo".

"Que en algún sitio se vayan a prohibir porque es inmoral va en contra de la libertad de la persona", ha manifestado, agregando que "el verdadero gran lidiador es aquel que va acompasando su juego a las reacciones del toro: si no tiene chispa, la fiesta pierde".

Ha añadido el filósofo que "el hecho de que una ciudad decida que no haya toros porque hay unas personas a las que le repugnan me parece una estupidez", en relación a unas declaraciones que hizo sobre Barcelona. "Esa decisión, sin duda, tiene un transfondo político, es absurdo la prohibición cuando dejan los corre-bous".

En cuanto a transmitir el mensaje a la juventud, ha afirmado que "es un poco a contrapelo, los animales van desapareciendo, los seres humanos adoran eso que no ven. Es muy difícil, cuanto más retórica ecologista hay más ignoran en qué consisten esos animales.".