Un exinspector de la Policía Nacional ha apuntado este lunes que parte de la cúpula policial en Cataluña podría haber amparado la extorsión en los prostíbulos Riviera y Saratoga para tapar sus propios trapos sucios. A.N.M. ha explicado, a preguntas de la magistrada, que cuando él quería investigar la supuesta extorsión en los prostíbulos por parte de J.J.M.P., Jordi, también acusado, los máximos jefes de la policía en Cataluña lo frenaron porque este podía destapar otro caso de corrupción policial vinculado a la mafia georgiana, y a la operación Avispa.

Después de un largo interrogatorio, y a preguntas de su abogado, A.N.M. ha insinuado que no lo dejaron seguir en la investigación contra Jordi, de quien sospechaba que estaba extorsionando a los dueños de los prostíbulos, para no "remover la 'mierda'". Al acabar el turno de la defensa, la magistrada del tribunal le ha pedido que aclarara quién le había dicho que no destapara la 'mierda'.

Ha sido entonces cuando A.N.M. ha explicado que él sospechaba que Jordi había "amenazado con datos calientes" al jefe superior de la Policía en Cataluña, José Irineo López, y su número 2, Francisco Rodríguez López.

Según A.N.M., fue su superior directo, el jefe de la Ucrif (Unidad contra las redes de inmigración y falsificación) quién le advirtió de que había recibido una bronca por parte del jefe superior para que no investigara más al inspector Jordi. Rodríguez López también le indicó que se dedicara exclusivamente a su trabajo y no investigara al otro inspector.

A.N.M. sospecha que Jordi tenía pruebas que demostrarían que la cúpula policial habría facilitado, a través de la Subdelegación del Gobierno, documentación legal a mafiosos georgianos, una trama desarticulada parcialmente en la llamada operación Avispa y con la cual este inspector acusado "coaccionaba" a los jefes policiales. Los investigadores del caso Avispa siempre sospecharon que algún policía permitió que el cabecilla de la mafia georgiana escapara justo antes de la operación policial.