Cuatro preguntas, una de ellas relacionada con el dopaje, recibió este sábado la candidatura de Estambul de parte de los miembros del COI para la elección de sede de los Juegos Olímpicos de 2020.

La más comprometida la formuló el atleta británico de bobsleigh Adam Pengilly, que pidió un análisis sobre las "razones subyacentes" de la proliferación de positivos por dopaje en Turquía y animó a que se dediquen más recursos a esta lucha.

El presidente del Comité Olímpico Turco y miembro del COI, Ugur Erdener, dijo que la actual política antidopaje turca solo lleva en marcha dos años y "al principio no hay ganancia sin dolor".

"Ahora tenemos una organización antidopaje muy bien planificada, que trabaja muy cerca de la AMA. Tenemos solo una política, la tolerancia cero", añadió.

Erdener afirmó que se hace "un número creciente de pruebas" y que se dará mucha importancia a los programas educativos para atletas y entrenadores.

El italiano Ottavio Cinquanta se interesó por el programa de transporte y Alp Berker, director de Deportes de la candidatura, dijo que "el plan maestro está probado y demostrado" y contemplaba 16 minutos de media entre la Villa y los lugares de competición.

El príncipe Alberto de Mónaco pidió explicaciones sobre cómo los Juegos de Estambul beneficiarían a su región y el italiano Francesco Ricci Bitti preguntó por la flexibilidad para cambiar los programas en caso de que haya novedades en el programa deportivo.

En estos asuntos tomó la palabra el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que manifestó que "hay capacidad para cambiar el plan director de Estambul cuando haya que hacerlo".

En cuanto al legado en la zona, Erdogan señaló que "hay una gran necesidad de paz en la región y organizar los Juegos en Estambul transmitirá un mensaje de amistad y de paz".

"Nuestro país es un lugar con mucha unidad y diversidad. Es un concepto que podemos compartir a mayor escala", agregó el primer ministro.