La candidata socialista a la Presidencia de la Junta, Susana Díaz, se ha comprometido este miércoles en su discurso de investidura a impulsar como una de las primeras medidas de su gobierno una "gran iniciativa con amplísimo consenso político, social y ciudadano" para definir "de común acuerdo" una "renovada estrategia de crecimiento económico y social" de Andalucía en la que considera necesario "pasar de la subvención al incentivo".

En su intervención inicial ante el Pleno del Parlamento, Díaz ha anunciado que su futuro Gobierno "de izquierdas" hará una "política económica de revaluación de los activos, posibilidades y capacidades" de la comunidad autónoma "frente a la devaluación de salarios y empleo que defienden los gobiernos conservadores y neoliberales de la derecha" y con el objetivo de "poner en valor la ética social frente a la ausencia de valores de esa austeridad mal entendida convertida en pretexto para reducir o acabar con los logros sociales", ya que ha defendido que "una economía más competitiva no exige ciudadanos más pobres".

La futura presidenta no ha ocultado que va a asumir el cargo en "la recta final del quinto año consecutivo de una crisis de una intensidad sin precedentes y cuyos efectos están siendo devastadores no sólo en la economía, sino también en la política" y ante la que su "obligación" no es "poner excusas ni pedirles paciencia y comprensión", sino "luchar para poner término cuanto antes a esta situación, paliar los problemas, encauzar las soluciones, desterrar la desesperanza y abrir un tiempo nuevo y mejor para la sociedad andaluza".

"reorientación integral de incentivos,

Subvenciones y ayudas públicas".

Tras repasar los "efectos" de medidas como la reforma laboral, educativa o sanitaria aplicadas por el Gobierno de la Nación, Díaz ha apostado por una política económica que contemple "una redefinición del modelo productivo y de la estrategia de crecimiento y desarrollo" y que, a su juicio, requiere nuevos instrumentos. "Hay que pasar de la subvención al incentivo", ha señalado la candidata socialista, que ha abogado por una "profunda revisión que no dé por sentado nada, que analice la validez y eficacia de los distintos instrumentos, desde las titulaciones universitarias o la Formación Profesional (FP) hasta la reorientación integral de toda la política de incentivos, subvenciones y ayudas públicas".

Su objetivo, según ha subrayado, es "acabar con las inercias para definir nuevos horizontes", para lo que convocará "a todos los que tengan algo que aportar" en la definición de esta "renovada estrategia de crecimiento económico", entre los que ha citado a agentes sociales, instituciones, mundo asociativo, universidades, agentes de innovación y centros de investigación.