El festival de fotoperiodismo de Perpiñán denuncia la eliminación de la profesión de reportero

  • Comienza el certamen de la localidad francesa, el mayor del mundo dedicado al fotoperiodismo. En esta edición cumple 25 años.
  • Los organizadores recuerdan que pese al número de personas que dicen ser fotógrafos "explicar una historia real" sin banalizarla "no está al alcance de todos".
  • "¿Y qué hay de los fotógrafos que viven decentemente de su trabajo?", se preguntan. "Sólo son algunas decenas" por culpa del cambio de paradigma.
  • Lo mejor de 'Visa pour l'Image'.
Un niño herido en la ciudad siria de Alepo espera ser atendido en un hospital improvisado
Un niño herido en la ciudad siria de Alepo espera ser atendido en un hospital improvisado
© Sebastiano Tomada / Sipa Press
Un niño herido en la ciudad siria de Alepo espera ser atendido en un hospital improvisado

El festival de fotoperiodismo más importante del mundo, Visa pour l'Image, que se celebra cada verano en Perpiñán (Francia), cumple este año 25 ediciones inundando la capital del departamento de los Pirineos Orientales con los trabajos más valientes y dignos de los reporteros que se lanzan mundo adelante para hacer llegar a los demás lo que tenemos derecho a ver y pocos se atreven a mostrar. El cuarto de siglo y el prestigio ganado otorgan derecho al certamen para lanzar al aire una pregunta: "¿Y qué hay de los fotógrafos que viven decentemente de su trabajo?". También la responden: "Actualmente, sólo son algunas decenas".

La pregunta y la respuesta son formuladas por el director del festival, Jean-François Leroy, en el editorial que firma como presentación de Visa pour l'Image, que en esta edición vuelve a poner sobre la mesa el dramático y con frecuencia injusto cambio de paradigma que está sufriendo la fotografía con la popularización de los artefactos digitales, el abaratamiento de los costes y la extendida creencia de que cualquiera puede ser un fotógrafo por llevar un smartphone en el bolsillo.

"Patas arriba"

"Se han puesto patas arriba todos los sectores de esta profesión. De manera radical. Desde el circuito de ventas a los laboratorios, se ha tenido que replantear cada eslabón de la cadena. Ha sido necesario reinventarlo todo. Paradójicamente, nunca ha habido tantos aspirantes a fotógrafos. Esta profesión siempre hace soñar. ¿Y eso es algo bueno? La técnica se domina muy fácilmente, pero para ser un verdadero periodista se necesita algo más. Explicar una historia real no está al alcance de todos. En cambio, hacer fotos decentes, sí", precisa Leroy, que considera funestas las decisiones tomadas por las empresas durante la reconversión hacia lo digital de los últimos años y la crisis económica.

El responsable del certamen francés, donde las fotos siempre han sido consideradas como historias narradas en imágenes, añade: "La cantidad de dosieres que hemos recibido con fotos sin pie [leyenda explicativa] nos deja un poco perplejos… 'Buenos días, aquí tienen mi reportaje, he estado en Siria'. Muy bien. ¡Estupendo! Pero, ¿cuál es la información que nos quieres transmitir? ¿Dónde y cuando fueron tomadas las fotos exactamente? ¿Quienes son esas personas que salen retratadas? En fin, la regla de las cinco w (Who?, What?, Why?, When?, Where?) [quién, qué, por qué, cuándo, dónde] se ha quedado obsoleta. Es una lástima".

"Jungla de la información rápida"

En el convencimiento de que el panorama es negro —"muchas revistas siguen produciendo cada vez menos e intentan gastar menos también, muchas agencias han desaparecido o, peor aun, ya sólo son la sombra de lo que eran"—, pero es "urgente retomar ciertas bases o inventar bases nuevas" pese a los dictados que emergen de "esta jungla de la información rápida" , el certamen vuelve a exponer, desde el 31 de agoto hasta el 15 de septiembre, una antología de los mejores trabajos de fotoperiodismo del año. El denso programa incluye 23 exposiciones (entrada gratuita y visitas programadas de alumnos —en 2012 fueron 8.000— de colegios e institutos franceses y españoles), veladas con proyecciones al aire libre en espacios públicos de Perpiñán (entre el 2 y el 7 de septiembre) y la entrega de los Premios Visa D'Or.

Entre las exposiciones programadas para este año está el reportaje Shane y Maggie : retrato de violencia doméstica, de Sara Lewkowicz para Getty Images, ganador del Premio de la Ville de Perpignan Rémi Ochlik 2013, instituido en honor del fotógrafo francés muerto en 2012 mientras cubría la guerra en Siria. La serie de la reportera sigue durante meses a una joven víctima de los ataques de su novio y muestra cómo evoluciona el ciclo de violencia, hasta alcanzar su clímax, así como los efectos a corto y largo plazo de los abusos sobre las víctimas, sus familias y los agresores.

Mujeres pastunes

En Mujeres pastunes: ciudadanas de segunda clase, Sarah Canon muestra la vida femenina en las zonas tribales de Pakistán, bastión de los talibanes, donde las  pastunes sufren las estrictas tradiciones culturales y las extremas creencias religiosas. El reportaje ganó el Premio Canon a la Mujer Fotoperiodista 2012, otorgado por la Asociación de Mujeres Periodistas.

Sebastiano Tomada, de la agencia Sipa Press, presenta Vida y muerte en Alepo, ganador del Visa d'or humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja 2013. El fotoperiodista italiano narra la historia de los habitantes de la ciudad siria, arrasada por una interminable guerra urbana con un cambio constante de las líneas del frente de batalla.

En Todo irá bien, la fotógrafa Darcy Padilla establece una continuación a su famosa serie The Julie Project, que la llevó a seguir durante 18 años a una joven toxicómana, con el retrato de Jason, novio de Julie cuando esta murió en 2010, y de Elyssa, la hija menor de la pareja. El español Rafael Fabrés firma Pacificación, donde indaga en la actividad de las UPP (Unidades de Policía Pacificadora) montadas por el gobierno de Brasil para intentar reducir la deliencuencia en los barrios de favelas con la mirada puesta en el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos.

Incendios en Daca, enfermos mentales en Indonesia...

Otras exposiones que pueden verse en Visa pour l'Image son Trampa mortal, de Abir Abdullah, sobre la ola imparable de incendios urbanos en la ciudad de Daca, capital de Bangladés; Burning Man, de Eric Bouvet, sobre el festival artístico que se celebra cada año en el desierto de Nevada (EE UU); Un ciclo de violencia, el M23 en RDC, donde Phil Moore retrata el conflicto armado constante desde hace casi veinte años en el este de la República Democrática del Congo, y Trastorno, de Andrea Star Reese, que ha ha fotografiado a personas diganosticadas con enfermedades mentales e internadas en penosas condiciones en instituciones, refugios, escuelas y hospitales de Indonesia.

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