Uno de cada cinco de los contratos registrados el pasado julio en Cantabria se realizaron a camareros, en concreto 4.633 de los 20.850 contabilizados, según datos del Ministerio de Empleo.

Estas cifras suponen casi un 90% más que los rúbricas suscritas con estos profesionales en junio, y un 19% que las hechas el mismo mes del año anterior.

Siguen a los camareros, por número de contratos, el personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares, con 1.652 rúbricas, casi un 60% más si se compara con junio y un 3,9% de incremento respecto a julio de 2012.

Los peones de industrias manufactureras se anotaron 1.568 firmas, un 0,6% menos que en junio pero un 1,1% más que en julio de hace un año, en tanto que os vendedores en tiendas y almacenes sumaron 1.251 contratos en el séptimo mes en Cantabria, casi el doble que un mes antes y 32% más que hace un año, según datos del Ministerio de Empleo, recogidos por Europa Press.

También destacan, aunque ya por debajo del millar de firmas, las contrataciones ayudantes de cocina (793), monitores de actividades recreativas y de entretenimiento (612), cocineros asalariados (419) y peones del transporte de mercancías y descargadores (404).

En todos los casos, estas profesiones tuvieron un comportamiento positivo atendiendo a los contratos firmados, tanto en términos intermensuales como interanuales, al igual que los 315 conductores de camiones que consiguieron un contrato en Cantabria en el séptimo mes del año.

Sin embargo, aunque los trabajadores de la industria del pescado, auxiliares de enfermería hospitalaria, albañiles y artistas se lograron firmar entre 250 y 300 contratos, en todos los casos estas rúbricas representan un descenso respecto a julio del ejercicio pasado, de entre el 10 y el 20%, aproximadamente, excepto los empleados de industrias del pescado, donde las contrataciones aumentaron un 27% en los últimos doce meses, pero se redujeron a la mitad respecto a junio.

Con más de 200 contrataciones también se situaron los colectivos de peones de obras públicas, teleoperadores, peones de la construcción en edificios, y empleados domésticos que, salvo estos últimos, tuvieron una evolución positiva respecto al año anterior.