Cantabria registró en el segundo trimestre una tasa de absentismo laboral del 4,8%, ocho décimas por encima de la media nacional, según datos de Asempleo. La patronal de las empresas de trabajo temporal sostiene que en el norte peninsular, la tasa de absentismo laboral ocasional (cociente entre los absentistas y el total de los trabajadores) es más alta que en el sur, pero que la duración de la incapacidad temporal es más alta en el sur que en el norte, a excepción de Galicia.

En Cantabria, la duración media de la incapacidad temporal se sitúa en 39,9 días en el caso de contingencias comunes; 43,3 días en el caso de contingencias profesionales; y 89,9 días entre los trabajadores por cuenta propia, mientras que la media nacional se sitúa en 32,4; 35,3 y 91,3 días, respectivamente.

Las prestaciones por incapacidad temporal son mayores entre los asalariados que entre los autónomos, con 20 beneficiarios por cada mil trabajadores en el primer caso y 12,4 entre los trabajadores por cuenta propia (a nivel nacional 21,3 y 9,9, respectivamente).

Dentro de las prestaciones por incapacidad temporal a asalariados y por contingencias comunes, que son las que presentan los mayores índices de contingencia, destacan Navarra, Cataluña y País Vasco por tener las mayores ratios en términos relativos al total de afiliados (37, 29 y 27 beneficiarios por cada mil afiliados).

Según Asempleo, en el norte peninsular la tasa de absentismo laboral ocasional es más alta que en el sur. Así, por ejemplo, mientras que Navarra dispone de la tasa más elevada (5,6%), Canarias posee la más baja (3,1%).

La patronal puntualiza que el absentismo está estrechamente relacionado con la estructura productiva de la región, siendo mayor allí donde predominan actividades económicas en las que el riesgo de sufrir un accidente laboral (y, por ende, de sufrir una incapacidad temporal) es mayor, como en la industria, sobre todo la extractiva. De hecho, en las regiones donde el peso del sector industrial sobre el Valor Añadido Bruto total es mayor es donde la tasa de absentismo laboral ocasional es mayor, añade.

En su último 'Avante del Mercado Laboral', Asempleo incluye un estudio específico sobre el absentismo ocasional, el que se debe a la desmotivación del trabajador o a circunstancias personales, como la incapacidad temporal o las bajas por maternidad.

Según señala, desde el inicio de la crisis la tasa de absentismo ocasional (cociente entre los absentistas y el total de los trabajadores) se ha reducido en cuatro décimas, hasta el 3,6%, si se descuentan las ausencias por motivos atribuibles a la crisis, como los ERE de reducción de jornada, las huelgas o los paros parciales.

PERFIL

Atendiendo a su perfil, los absentistas son, según Asempleo, principalmente autónomos, con una tasa del 4,3% frente a la del 3% de los asalariados, a pesar de que ellos mismos asumen sus ausencias laborales.

En el segundo caso, los trabajadores indefinidos son los que más faltan a su puesto de trabajo, aunque Asempleo destaca la progresiva reducción de la tasa de absentismo, sobre todo, entre los asalariados públicos —del 4,6% en el cuarto trimestre de 2007 al 3,2% en el segundo de 2013—, por el incremento del riesgo de perder el empleo.

Asimismo, el absentismo es habitualmente mayor cuanto menor es el nivel de formación del trabajador. Mientras que el 5,5% de los que poseen estudios bajos no acudieron a su puesto de trabajo en algún momento del segundo trimestre de 2013, sólo un 3,4% de los que los que poseen estudios superiores lo hicieron.