El abogado de Lifante asegura que lo único que hay contra su cliente es la declaración inculpatoria de Cuenca

El secreto de Sumario se ha levantado parcialmente y los abogados de Cuenca y Lifante estudian interponer recursos
Ingrid y Lodewijk
Ingrid y Lodewijk
RONALD HOOGENDOORN
Ingrid y Lodewijk

El abogado del ex presidente del Club Voleibol Murcia y actual alcalde pedáneo de Barinas, en Abanilla (Murcia), Evedasto Lifante, imputado en el proceso que investiga la muerte violenta de los ciudadanos holandeses Ingrid Visser y Lodewjik Severein, Fidel Pérez ha asegurado este miércoles que lo único que existe contra su cliente "es la declaración de Juan Cuenca", que lo inculpa en su segunda declaración, "no hay pruebas ni nada" contra él.

Es más, ha indicado en declaraciones a Europa Press, a su juicio, se trata de "una maniobra exculpatoria cuando la policía lo detuvo, pues en su primera declaración ni lo mencionó", implicando "y echando la culpa a mi cliente". Ese es el único indicio que existe contra Lifante, que no lo es como tal, "la declaración de un coimputado", ha subrayado.

Sobre los indicios que estima la jueza de que Lifante participara en el doble crimen, Pérez ha indicado que "es una fórmula de estilo que utilizan para no archivar la causa en su contra hasta que no se concluyan los interrogatorios del resto de los denunciados", que por otra parte, ha avanzado, "está prevista para los días 24 y 25 de septiembre".

En declaraciones a Europa Press, Lifante, que declaró el pasado jueves ante la jueza, ha mostrado su deseo de que los hechos "se aclaren cuanto antes", así como su disposición, "como siempre y he hecho desde el principio", en colaborar con la Justicia.

En su declaración del jueves, y según explicó su abogado, Lifante ratificó las declaraciones que había hecho anteriormente, y se declaró "completamente inocente". En concreto, dijo a la magistrada que él no tuvo ninguna relación con lo que "hayan podido hacer el resto de implicados".

Por su parte, el abogado del imputado Juan Cuenca, José María Caballero, ha explicado este miércoles a Europa Press que la documentación del Sumario, cuyo secreto se ha levantado parcialmente, les acaba de llegar, y se trata de varios miles de folios que están estudiando.

De todas formas, ya ha avanzado que "posiblemente requieran la presentación de un escrito de recurso rápido" por su parte, aunque todavía no ha adelantado sobre qué aspectos. El abogado de Lifante también estudia presentar o no un recurso contra el mantenimiento de la condición de imputado de su cliente.

Al parecer, según ha podido conocer asimismo Europa Press, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Molina de Segura, Olga Reverte Villar, que investiga el asesinato de los holandeses, tomó declaración en junio a María Rosa V. en calidad de imputada.

Se trata de una amiga de Juan Cuenca, el primero de los detenidos por el doble asesinato y quien atribuyó, en se segunda declaración, la preparación del crimen a Evedasto Lifante.

Con lo que ya serían seis los imputados en relación al asesinato de la pareja de holandeses, cuatro de ellos, en prisión: Juan Cuenca, Valentí I., Constantín S., Serafín A.L., Lifante y ahora María Rosa V., quien al parecer, condujo a la pareja a la casa donde fueron asesinados.

Relato de los hechos

Los hechos se remontan al 13 de mayo, cuando la pareja desembarcó en el aeropuerto de El Altet (Alicante) con la intención de pasar tres días en Murcia. Solo un día después, ambos tenían una cita médica en una clínica de la capital murciana, aunque los motivos de esta fueron mantenidos en secreto por la familia en todo momento, al entender que no era "relevante" para la investigación.

Ingrid Visser, con 1,90 metros de altura, delgada, rubia y con ojos azul claro, era muy conocida en su país porque había sido una jugadora profesional de voleibol y había representado a Holanda en más de 500 ocasiones en campeonatos, al tiempo que había sido integrante de varios equipos españoles. De hecho, de 2009 a 2011 formó parte del equipo CAV Murcia 2005.

Durante el tiempo que formó parte de la plantilla del CAV Murcia 2005 residió en Murcia con su pareja Lodewijk hasta que, en 2011, ella decidió poner punto y final a su carrera profesional. Después decidieron regresar a Holanda, pero en los últimos dos años habían vuelto en varias ocasiones a Murcia para pasar unos días.

El lunes, 13 de mayo, comenzó su última visita. La pareja alquiló un coche en el aeropuerto, un Fiat Panda de color negro con matrícula 9254 GTC, con el que se desplazó hasta Murcia, donde se hospedaron en el hotel Churra-Vistalegre. Ese mismo lunes fue el último día en el que se les vio con vida: tras registrarse en la recepción del hotel, volvieron a coger el coche por la tarde y desaparecieron.

La directora de la clínica avisó a la Policía de que la pareja había acudido en otras ocasiones al centro médico y eran "serios" porque siempre cumplían con las citas.

A partir de ese momento, la Policía Nacional entendió que había un motivo para investigar una desaparición y abrió los cauces y protocolos apropiados para su búsqueda.

La Policía abrió varias vías de investigación, y una de ellas condujo a los agentes hasta una vivienda en el municipio murciano de Molina de Segura. Al llegar al lugar, la Policía Científica confirmó que ahí se había cometido un acto violento.

En base a estas pruebas, la Policía continuó con las líneas de investigación y procedió a la detención de una persona de nacionalidad española en Valencia, Juan Cuenca. En base a los datos recabados en todas las actuaciones, la Policía averiguó que en una finca de la pedanía murciana de Alquerías podían encontrar más pruebas respecto a la investigación.

Los agentes excavaron la tierra y las primeras pruebas aparecieron a 50 centímetros de profundidad. Más tarde, y a más profundidad, encontraron los restos de dos personas que, según certificaron los investigadores, correspondían a un hombre y a una mujer. Fueron detenidos tres individuos en relación al crimen.

El juzgado de Instrucción número 17 de Valencia ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza para los tres detenidos. Los análisis de AND confirmaron que los restos mortales se correspondían con los dos holandeses fallecidos, y los estudios forenses determinaron una muerte violenta, idéntica en ambos casos, motivada por traumatismo craneoencefálico.

A finales de junio, los tres detenidos por su presunta implicación en el crimen de la pareja holandesa, volvieron a acogerse a su derecho a no declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Molina de Segura, Olga Reverte, quien ratificó la prisión decretada sobre ellos.

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