El Plan de Salvamento de Llanes 2013, que permanecerá operativo hasta el lunes, 9 de septiembre, no ha registrado ninguna incidencia de importancia en las playas desde el 22 de junio hasta el 31 de julio.

En el apartado de incidencias figuran 646 atenciones por parte de los socorristas para cuestiones como picaduras, roces, rasguños, heridas y contusiones, etc. Durante el mes de julio, hubo dos rescates con socorristas y se trasladó en ambulancia a cuatro personas y se resolvió el extravío de un niño.

Las contingencias se reparten principalmente por los arenales de Borizu con 137, Barru con 76, San Antolín con 59, Andrín con 53, Cuevas del Mar con 49, Vidiago y Toranda con 46 cada una, Toró con 45 y Palombina con 42.

Como complemento de seguridad para los bañistas, se creó un retén de vigilancia general en todas las playas del concejo llanisco del 22 al 29 de junio y del 10 al 15 de septiembre. Además este año se aumentó una hora en la jornada diaria de los socorristas, que están en su puesto de 12.00 a 20.00 horas.

Socorristas de lunes a domingo

Del 29 de junio al 9 de septiembre las once playas llaniscas más concurridas, es decir, Toró, Borizu, El Sablón, Andrín, Palombina, Barru, San Antolín, Toranda, Cuevas del Mar, Vidiago y Poo; tendrán socorristas de lunes a domingo. También, los fines de semana se amplía esta misma cobertura a los tres arenales de Ballota, Torimbia y San Martín.

El Plan de Salvamento en Playas de Llanes 2013, gestionado a través de Cruz Roja, cuenta en total con 42 personas para velar por la seguridad de los bañistas: dos coordinadores, cinco lancheros y 35 socorristas.

Como refuerzo, los cinco lancheros patrullan a diario las calas con atención especial para aquellas que no disponen de socorristas. Cruz Roja incorporó dos vehículos más para coordinar las acciones de salvamento entre playas.

El presupuesto asciende a 207.400 euros, aportados por el Ayuntamiento (77 por ciento) y el Gobierno del Principado (33 por ciento). De esta cantidad, unos 165.000 euros son para la contratación de los socorristas. El resto se dedica a gastos de mantenimiento en las playas y adquisición de material entre otras actividades.