Los Mossos d'Esquadra están investigando la quema de media docena de ambulancias en los últimos días y que podrían estar relacionadas con las protestas por el recorte salarial del 9,2% al sector del transporte sanitario. Otros vehículos han sufrido sabotajes como ruedas pinchadas y tubos de oxígeno cortados y los sindicatos se desmarcan de estos actos violentos.

El conflicto laboral empezó el 25 de junio cuando la patronal del sector, la Asociación Catalana de Empresarios de Ambulancias (ACEA), que aglutina la treintena de concesionarias del servicio en Cataluña, propuso a los sindicatos una serie de medidas de ahorro, entre ellas un recorte salarial.

Las negociaciones finalizaron sin ningún acuerdo y el 30 de julio la patronal decidió aplicar de manera unilateral una reducción del 9,2% en la nómina de julio a los más de 4.800 trabajadores del transporte sanitario.

"El sector del transporte sanitario en Cataluña tiene un convenio autonómico que se firmó el enero del 2012 y finalizaría el diciembre del 2015, o sea que está en vigencia", recuerda la secretaria del sector de la salud y servicios sociosanitarios de la UGT, Maria José Molina, quien asegura que la patronal no presentó ningún estudio económico que justificara el ajuste.

Las movilizaciones seguirán hasta el 6 de septiembre, cuando se decidirá si la patronal incumple el convenio colectivo como denuncia UGT. De hecho, trabajadores de Ambulancias Domingo acamparon el lunes ante la sede de la empresa como medida de protesta.

Sin embargo, en medio de las protestas, dos ambulancias ardieron la madrugada del lunes en Arenys de Munt y en Cervelló (Barcelona), como ocurrió el día 1 en Badia del Vallès, donde quemaron dos vehículos sanitarios, y en Sant Boi de Llobregat, donde ardió otra ambulancia. Además, otras tres han sufrido sabotajes.

"Nosotros como sindicato condenamos todo tipo de actos vandálicos y desconocemos como se han producido y qué ha sido lo detonante", afirma Molina.