La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) gestiona desde este martes la central hidroeléctrica de El Pueyo de Jaca, en Panticosa (Huesca), el primer salto que se revierte en España a la Administración una vez ha finalizado el plazo de la concesión hidroeléctrica a una empresa privada.

Este paso se inscribe en una "novedosa línea de acción" al amparo de la propuesta del Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro, recientemente aprobado en el seno del Consejo del Agua de la Cuenca, donde se recoge que el Organismo podrá gestionar estos saltos revertidos y los beneficios se destinarán al desarrollo de los territorios que los generan, a la restauración ambiental, a la eficiencia y modernización de regadíos y a las necesidades energéticas del organismo.

Así lo ha destacado el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, que ha presidido el acto oficial de reversión, al que también han asistido responsables del antiguo titular de la explotación, ha informado la Confederación en un comunicado.

De Pedro ha insistido en el "hito" que supone la gestión de este salto, que es el primer paso para crear un nuevo capítulo presupuestario del Organismo donde se reflejarán los beneficios procedentes de los saltos revertidos.

Desde la Confederación han explicado que el objetivo es que este capítulo tenga un destino "muy definido, de fácil seguimiento por toda la sociedad, con una apuesta por la transparencia y que sirva para generar desarrollo en el territorio de la Cuenca".

Reunión en septiembre

Xavier de Pedro ha anunciado que el próximo mes de septiembre, en reunión de la Junta de Gobierno del Organismo, su máximo órgano directivo, en el que están representados usuarios, administraciones y Comunidades autónomas, se presentarán detalles del nuevo capítulo presupuestario, aunque ha explicado que uno de los destinos podría ser proyectos como el Plan de Desarrollo de Jánovas.

En general, el presidente de la CHE ha comentado que se tratará de "aprovechar el agua regulada y la energía" para "generar más riqueza" y "hacernos más competitivos", consiguiendo, entre otras cosas, "la modernización y eficiencia de los regadíos, que muchas veces necesitan energía para elevaciones", igual que algunos embalses de la cuenca, como el del Lechago, ha dicho.

Por lo que respecta al salto de El Pueyo, ahora se abre un diálogo con los municipios implicados y con la Comarca del Alto Gállego para destinar parte de los beneficios a la zona.

Además, De Pedro ha apuntado que se podrían revertir hasta once saltos de importancia en la Cuenca del Ebro en los próximos diez años, cuyo plazo concesional ha finalizado recientemente o está cercana su finalización. El próximo año, de hecho, se espera concluir la tramitación en el caso del salto de Lafortunada-Cinqueta, en el río Cinqueta, con una potencia de 40.000 kilovatios (kw).

El Salto de El Pueyo de Jaca, en Panticosa, tiene una potencia de 15.000 kilovatios y una producción eléctrica media estimada de 63 millones de kwh/año. Una primera valoración sitúa los beneficios de esta explotación entre los dos y tres millones de euros anuales, aunque la cifra dependerá de la aplicación de la nueva reforma del sistema eléctrico español.

Reversión de saltos

La gestión de estos saltos a favor de la Administración hidráulica está amparada en el Texto Refundido de la Ley de Aguas y también por el Reglamento del Dominio Público Hidráulico. No obstante, ha sido el nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro, recientemente aprobado en el seno del Consejo del Agua de la Cuenca, "el que ha dado impulso definitivo a esta línea de gestión".

Las concesiones de este tipo de uso se otorgaron en su momento por plazos muy prolongados, entre los 75 y los 99 años, por ello, en general en todas las cuencas españolas se están iniciando expedientes de extinción de la concesión.

Para la gestión del salto se ha seguido el modelo que ya desarrollan otras confederaciones con saltos de nueva creación (no revertidos), para los que se dispone de empresas especializadas para el mantenimiento del salto y la venta de la energía ante los distribuidores energéticos.

El titular del aprovechamiento será la Confederación del Ebro y la gestión del mismo la realizará de forma indirecta a través de empresas especializadas, han apuntado desde la CHE.