Cuatro mossos d'Esquadra de la Brigada Móvil (Brimo) apartados por la Conselleria de Interior por las nuevas revelaciones del caso de Ester Quintana, la mujer que perdió un ojo en la huelga general del 14 de noviembre, han declarado este martes ante el juez que se bajaron del furgón en la zona donde la mujer fue herida, aunque de manera "fugaz", pero no recuerdan si dispararon salvas.

Según han informado fuentes judiciales, los cuatro han comparecido como testigos ante el Juzgado de Instrucción 11 de Barcelona y han revelado que su furgón, el Drago 414, se posicionó en paralelo a la furgoneta Drago 40, la que lideraba el convoy, en la confluencia de la Gran Via y Passeig de Gràcia lo que de nuevo cambia la versión que consta en los informes del caso y que habían apuntado todos los agentes que han pasado por el juzgado: que estaban en fila y que el 414 era el último.

En la última minuta policial elaborada por el subinspector jefe de la unidad, que está imputado desde hace meses en el caso junto a un escopetero, se recoge que se disparó una salva en ese punto, algo que los agentes no han podido confirmar.

Ahora el juez Francisco González Maíllo ha citado a declarar como testigos a los otros dos miembros del furgón policial 414 que estaban pendientes, el cabo —y responsable del vehículo— y el escopetero, que también han sido apartados por Interior.

La Consejería de Ramon Espadaler apartó a los siete agentes de Drago 414 de la brigada de las tareas de orden público y de brigada móvil, después de que admitieran haber estado por haber ocultado durante ocho meses que estuvieron en la zona donde Quintana resultó herida, lo que supone un "grave incumplimiento disciplinario".