El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha pedido este martes al nuevo fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, que siempre tenga presente "la idea nacional de España, pero también la idea de la sensibilidad de Cataluña".

Torres-Dulce ha presidido la toma de posesión del nuevo fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que ha sustituido a Martín Rodríguez Sol, quien se vio forzado a renunciar al cargo después de que el fiscal general le abriera un expediente por expresar una opinión favorable a una consulta popular dentro de los marcos legales.

Torres-Dulce, que ha ensalzado el trabajo y la persona de Rodríguez Sol, de quien es amigo personal, le ha pedido públicamente: "lo que ya le he pedido en privado, que siga empeñado en modernizar el ministerio fiscal, moderación y prudencia, pero también claridad en las decisiones".

También le ha reclamado "plena sensibilidad, además, para todo lo que significa Cataluña y sus realidades sociales. No se puede ser fiscal en Cataluña sin tener presente la idea nacional de España, pero también la idea de la sensibilidad de Cataluña.

"Tenemos el desafío de los tiempos que vienen", ha señalado el fiscal general en su discurso de bienvenida a Romero de Tejada, al que ha solicitado que piense siempre en el "bien común" y satisfaga "las realidades sociales".

En un tiempo que ha definido "de cambios apasionantes", Torres-Dulce ha dicho: "No podemos tener miedo, nadie que ejerza la labor de la justicia puede tener miedo absolutamente de nada y mucho menos de ser, día a día, capaces y sensibles a los cambios sociales".

"El ministerio fiscal es un valor esencial de la justicia, somos garantes del Estado de Derecho y de las libertades de todos los ciudadanos", ha señalado el fiscal general, que ha recordado que "la libertad democrática no es divisible".

"Tenemos tiempos turbulentos en los que hay que luchar contra cualquier concepto de pensamiento único", ha abundado Torres-Dulce. A su juicio, "la simple aceptación de que puede haber más de una respuesta válida para cada problema, es un gran descubrimiento que lleva al liberalismo y a la tolerancia".

"Estos son los límites que te pido como fiscal general del Estado: comprensión clara y diáfana del papel constitucional del papel del fiscal, sensibilidad para los problemas de Cataluña y especial vinculación con todos tus compañeros", le ha dicho a Romero de Tejada.

El fiscal general, que ha defendido que los fiscales son "carne de imparcialidad", ha hecho una alusión implícita a la situación política al final de su discurso, cuando ha recordado que "nada se hizo desde 1978 sin consenso, sin dialogo, sin necesidad de abrir puertas, nada conseguiremos los españoles y los ciudadanos cerrando permanentemente puertas, no tenemos más horizonte los fiscales que la libertad, la satisfacción de los intereses ciudadanos y apuntalar el Estado de Derecho".