Multitudes reciben al papa en el primer encuentro con los jóvenes en Copacabana

  • Los organizadores anunciaron que había un millón de personas en la playa más famosa de Brasil.
  • La Jornada Mundial de la Juventud se extiende hasta el domingo, cuando el papa volverá a Copacabana para celebrar una misa campal.
Miles de personas se congregan para escuchar al papa Francisco el 25 de julio de 2013, en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro (Brasil).
Miles de personas se congregan para escuchar al papa Francisco el 25 de julio de 2013, en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro (Brasil).
EFE/LUCA ZENNARO/POOL
Miles de personas se congregan para escuchar al papa Francisco el 25 de julio de 2013, en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro (Brasil).

A la una de la tarde, cuatro horas antes de la llegada del papa Francisco, todos los accesos de Copacabana fueron bloqueados al tránsito y el metro comenzó a escupir una inmensa multitud que tomó este famoso barrio de Río de Janeiro a los gritos de "Ésta es la juventud del Papa".

A las cinco de la tarde, cuando el pontífice inició su recorrido de papamóvil desde el Fuerte de Copacabana hasta el palco en que saludaría a los jóvenes, los organizadores anunciaron que ya había un millón de personas en la playa más famosa de Brasil.

Pero a esa hora el metro seguía escupiendo grandes grupos de diferentes nacionalidades que se juntaban a los que esperaban desde muy temprano para escoger los mejores lugares y que resistían a la lluvia con capas plásticas.

A las seis de la tarde, ya en el gigantesco palco montado en medio de la playa, el pontífice se sorprendió de ver la inmensa multitud que desafiaba un inusual frío en Río de Janeiro para verle y que no dejaba espacios en la playa.

"Ustedes están mostrando que la fe es más fuerte que el frío y la lluvia. Felicitaciones. Ustedes son unos verdaderos guerreros", afirmó Francisco antes de recibir una ovación que se escuchó a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa.

Primer encuentro con los jóvenes

Fue el primer encuentro multitudinario del pontífice con los cariocas y los 350.000 jóvenes de todo el mundo que se inscribieron formalmente en la Jornada Mundial de la Juventud, que se extiende hasta el domingo, cuando el papa volverá a Copacabana para celebrar una misa campal.

"Cuando veníamos aquí teníamos la gran ilusión (de ver al papa). Hemos hecho muchas cosas en Brasil que a todos nos han gustado, pero esperábamos este momento con gran alegría", dijo Juan Carlos Navarro, un español que llegó a Río de Janeiro junto con otros doce cordobeses.

"Verlo fue grandioso. Te llenas de emoción y corres y haces todo para poder acercarte, y, como en la playa hay mucha gente, está muy padre", agregó el mexicano Javier Hernández, acompañado por veinte compatriotas.

Durante toda la tarde el paseo marítimo fue cruzado de lado a lado por extensos cordones de personas tomadas de la mano para no perderse, que eran encabezados por un líder con la bandera del país que procedían o por un religioso en sotana, y que buscaban un lugar estratégico para ver el papamóvil o próximo a una de las gigantescas pantallas de televisión que retransmitieron el evento.

Un grupo de angoleños pasó por el paseo de Copacabana arrastrando una multitud con sus tambores, sus cantos y sus bailes, así como hicieron diferentes grupos brasileños equipados con sus tradicionales instrumentos musicales.

La multitud pudo cantar y hasta para bailar al ritmo de canciones de rock, rap y de los grupos musicales que se presentaron en el palco antes y después del paso del pontífice.

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