La Federación Española de Donantes de Sangre, ante el trágico accidente ferroviario registrado ayer en Santiago de Compostela, ha querido hoy unirse al dolor de las familias que han perdido a algún ser querido y ha expresado su deseo de una feliz recuperación de los heridos.

"Dentro de la enorme desgracia, nos congratulamos de la respuesta tanto del personal sanitario como de nuestro colectivo de los donantes de sangre habituales", subraya el colectivo, que preside el vallisoletano Martín Manceñido.

En cualquier caso, la federación, consciente de la conmoción que produce semejante situación y la masiva respuesta de personas hacia la donación de sangre, advierte de que "la sangre debe esperar al enfermo o accidentado, no al revés", algo que afortunadamente las reservas de sangre en el Centro de Transfusión de Galicia, procedentes de los donantes habituales, resolvieron satisfactoriamente.

Así, una vez resuelta la emergencia, el colectivo considera no sólo necesario equilibrar las reservas estratégicas sino "pedir al mayor número de donantes ocasionales que se conviertan en habituales ya que eso es lo que da la garantía de calidad asistencial al sistema, con más de 6.000 transfusiones diarias en condiciones normales y, por supuesto, ante cualquier eventualidad de especial necesidad, como así ha ocurrido en este triste suceso".