Los trabajadores de Fuentecapala continúan encerrados en la factoría de Navalmoral de la Mata (Cáceres) tras unas negociaciones en las que la dirección "se vuelve inflexible" e "impone el práctico cierre" de esta planta "dejando una pequeña línea de producción con unos treinta trabajadores, con el fin de llevarse la producción fuera y abaratar costes".

Una "injusticia" que los trabajadores de la factoría no aceptan, por lo que "han decidido continuar el encierro hasta que se demuestre que el cierre y la pérdida del empleo son innecesarios", informa Fitag UGT en nota de prensa.

Según explica, las últimas negociaciones del ERE de Fuentecapala entre la dirección y el comité de empresa han sido "tremendamente duras" y han tenido un resultado "más que decepcionante", que el sindicato achaca a la "intransigencia y falta de disposición a negociar" de la dirección, que según asegura, "han frustrado cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo" sobre el Expediente de Regulación de Empleo planteado para la factoría de Navalmoral de la Mata.

Lamenta el sindicato que los empresarios de Fuentecapala "se han cerrado en banda a negociar" y "han desechado el plan de viabilidad" que llevaba varios días encima de la mesa, "despidiendo a centenar de personas con 20 días por año y abandonando prácticamente toda la actividad productiva de la fábrica".

Frente a esta actitud, el Comité de Empresa, que lleva desde el lunes encerrado en la planta de Navalmoral "en señal de protesta hacia los despidos deliberados", ha mantenido una "actitud negociadora" en todo momento, con el fin de "reducir lo más posible el impacto negativo del expediente y mantener la producción en Extremadura".

"Viendo todos los proyectos truncados, y considerando que el cierre es injustificado", el Comité de Empresa ha decidido mantener el encierro para defender el empleo de los compañeros.

Ante esta situación, Fitag UGT junto al Comité de Empresa apela a la responsabilidad del Gobierno de Extremadura para que "actúen con los instrumentos que tienen como autoridad laboral", con el objetivo de "conseguir que la empresa se quede en Extremadura y no traslade la producción fuera de la región".

Y es que según relatan, Fuentecapala es una empresa textil familiar que inició su trayectoria en 1963. Hoy la sigue conduciendo la familia Vargas, y es una de las últimas firmas de sastrería tradicional que quedan en España. Especializada en trajes masculinos de ceremonia y con sede en Navalmoral de la Mata (Cáceres) da empleo a 140 personas. Recuerda que en 2010, la compañía presentó un expediente de regulación de empleo (ERE).